Fuego amigo

Mi patriotismo mide un trillón de billones, y un huevo duro

Como desde las cátedras de ética los nuevos filósofos habían firmado el parte de defunción del viejo y caduco sentido de derecha e izquierda, los partidos políticos, sin brújula ya que consultar, se guiaban apenas por el instinto, a tientas por el espacio político. Para entretener las horas, se pasaban el día jugando al pasatiempo infantil de a ver quién lo tenía más largo. Mi patriotismo mide un millón de millones. Pues el mío, un trillón de trillones. Que te lo crees tú, el mío mide seiscientos trillones de miles de millones. Y un huevo duro. Y así.
Un día la oposición se levantó tan patriota que desenvainó los millones de trillones y le dijo al otro que a ver si tenía huevos de mandar las tropas y romper las urnas que había instalado el lehendakari para montar un referéndum. ¿Que si tengo huevos?
Y allí que envió al ejército, como hacen los patriotas a los que les mide millones de trillones. Fue un espectáculo fantástico, la policía embozada apoyada en la retaguardia por el quinto cuerpo de ejército, con tanques y artillería pesada, apostada ante los colegios electorales, coreada por jóvenes de las Nuevas Generaciones que ondeaban banderas colosales.
Pero no tienes huevos de romper las urnas. ¿Que no? Una descarga de patriotismo de varios trillones de voltios dio la orden de romper las urnas. Un momento sobrecogedor, como la Reichskristallnacht, la noche de los cristales rotos, aquella orgía de papeletas despeñándose al suelo como peces que caían de una pecera rota.

¿Y los miles de votantes que hacen cola -¡haciendo cola para cometer un delito!-, se van a ir a sus casas sin castigo? ¿Qué ejército tenemos? ¿Para qué quiere las armas?
Eso es, ¿para qué quería las armas? Cuando los votantes frustrados comenzaron a atacar a la milicia con los restos de cristales de las urnas rotas, alguien disparó, y el fuego a discreción se contagió entre la tropa como la pólvora, como el patriotismo, quiero decir.
Y entonces se oyó a la oposición, patrióticamente indignada, preguntarse qué gobierno era ese que daba la orden de disparar contra ciudadanos indefensos.
-----------------------------------------------------------------------------------------------
Siguiendo con la meditación de ayer... Creo que vamos a tener Ley de la Memoria Histórica muy pronto, tras el acuerdo alcanzado entre el PSOE y las fuerzas políticas parlamentarias, excepto PP y ERC. Para ERC la ley se queda corta en la devolución tanto de los bienes como de la honra de los represaliados por el franquismo. Para el Partido Popular, esta ley no es más que una obsesión de Zapatero, una venganza, y no una restitución. La realidad es que los muertos están mal enterrados. En el Valle de los Caídos yace el cuerpo de un desalmado (si no tenía alma, ¿para qué enterrarlo en sagrado?) mientras que en las cunetas de caminos y carreteras de España reposan todavía los restos de miles de españoles asesinados por el «homo antecessor» del PP. Y este partido sabe que cada hueso exhumado es una acusación contra aquel régimen del que su presidente de honor formó parte como ministro y cómplice. No es que les duela esta Ley. Les duele la memoria misma.

Más Noticias