Fuego amigo

Los enemigos no quieren la paz

Hoy, lunes, Mariano Rajoy reúne a sus más directos colaboradores para analizar el "estado de su nación" y establecer nuevas estrategias. En fuentes cercanas a la cúpula del PP se reconoce el cariz preocupante del descenso en la intención de voto entre la feligresía de la derecha (antes "centro reformista", ¡qué tiempos!) como consecuencia del efecto placebo del anuncio de ETA de un alto el fuego permanente. La política tiene estas incongruencias, y más cuando has basado tu éxito, no en la capacidad de seducir al electorado sino en las campañas apocalípticas de amedrentamiento general. Si tu estrategia consiste en meter el miedo en el cuerpo con que, digamos, la política económica de Zapatero nos lleva a la quiebra de la Seguridad Social, sólo pueden ocurrir dos escenarios: que la Seguridad Social quiebre de verdad, con la consiguiente ruina del Estado de Bienestar, pero con el éxito político de haberlo previsto, o que haya superávit, para alegría de todos... excepto del profeta. Los profetas de catástrofes son gente así de extraña que se alegra de que se cumplan sus augurios catastróficos, aunque supongan la ruina de sus conciudadanos.
Como todavía continúan con la mirada fija en una mochila y un reloj Casio, cualquier noticia que pueda empañar nuestra alegría sobre la validez o no del alto el fuego permanente es bien recibida por la extrema derecha. No disimulan. Es como si un comité de beatas mantuviese en piadosa vigilia una velita encendida a la corte celestial para que comandos incontrolados, quizá una nueva escisión en la filas de ETA, revienten las posibilidades de paz, que tanta alegría nos daría a todos... excepto al PP (¿dónde habré oído esto antes?)

No hay tiempo que perder. Con la ayuda del Cielo, el incendio todavía por aclarar de una ferretería de un concejal de UPN en la localidad navarra de Barañaín, se dio la salida a la carrera de desconfianza en el proceso de paz, nombre que, por cierto, no gusta nada a la derecha. Mariano Rajoy expresó inmediatamente sus sospechas, y envió el aviso automático de que hay que extremar la "prudencia", tanto en la negociación como en nuestras ilusiones. Para el secretario general del PP del País Vasco, Carmelo Barrio, el incendio confirma que "los terroristas tienen a Navarra en su punto de mira", y reclamó al presidente del Gobierno que "no negocie" con los terroristas y recupere la "expresión de buscar la derrota de ETA". La traca final la puso, todo en el mismo día, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), para quien los "lamentables hechos" muestran "la nula credibilidad de los asesinos de ETA".
Los enemigos tienen tanto que perder con la llegada de la paz que nos espera una larga travesía de negociación.

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