Dentro de poco tiempo, en casi todos los lugares públicos cobijados por un techo estará prohibido fumar. Sólo podrás echar un pitillito mientras apacientas las ovejas o en el trayecto de desierto que media entre dos oasis. Ni tu despacho privado queda libre de la prohibición.
Y todo por culpa de esta pasmosa facilidad del ser humano para acostumbrarse a convivir con el peligro. L os avisos de riesgo de muerte de las cajetillas ya no surten ningún efecto, por repetitivas. Y no hay gobierno del mundo que se atreva a prohibir el tabaco. Por dos razones: porque no puede renunciar a recaudar los impuestos que genera, y porque su prohibición total provocaría un problema de orden público de parecida magnitud a la ley seca de la Norteamérica de los años veinte.
Es una idea. Jodida, pero una idea.
Comentarios
<% if(canWriteComments) { %> <% } %>Comentarios:
<% if(_.allKeys(comments).length > 0) { %> <% _.each(comments, function(comment) { %>-
<% if(comment.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= comment.user.firstLetter %>
<% } %>
<%= comment.user.username %>
<%= comment.published %>
<%= comment.dateTime %>
<%= comment.text %>
Responder
<% if(_.allKeys(comment.children.models).length > 0) { %>
<% }); %>
<% } else { %>
- No hay comentarios para esta noticia.
<% } %>
Mostrar más comentarios<% _.each(comment.children.models, function(children) { %> <% children = children.toJSON() %>-
<% if(children.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= children.user.firstLetter %>
<% } %>
<% if(children.parent.id != comment.id) { %>
en respuesta a <%= children.parent.username %>
<% } %>
<%= children.user.username %>
<%= children.published %>
<%= children.dateTime %>
<%= children.text %>
Responder
<% }); %>
<% } %> <% if(canWriteComments) { %> <% } %>