Merienda de medios

Papi, las chicas y el whisky

Berlusconi está tratando de convencer a los italianos de que no es hombre que aplique a las mujeres el mismo criterio que al whisky, que ya está bueno con 12 años. Para demostrarlo, se ha preguntado a sí mismo si ha tenido relaciones con menores y ha contestado lo siguiente: "No, absolutamente, no". Y por si la respuesta no era convincente, ha encomendado a hijos de sus dos esposas que confirmen que los valores que ha transmitido a sus familias han sido fetén. El papi de Noemi Letizia está en apuros.

El asunto tiene escandalizada a Edurne Uriarte, y eso que la catedrática –que sigue reñida con la sintaxis y con el punto y seguido– decía en su blog de abc.es que nunca fue partidaria de mirar a los políticos bajo las sábanas. "Y es que una cosa es serle infiel a tu pareja y otra montar harenes con jovencitas. Y lo digo no sólo por las sospechas de relaciones con menores que, en todo caso, habría que demostrar, sino por sus fiestas con decenas de jovencitas en las mansiones de vacaciones. Hasta ahora no desmentidas por nadie, porque lo único que Berlusconi ha negado en las últimas horas son las relaciones sexuales con menores".

Silvio querría pasar a la historia más como un seductor Mañara, servidor "loco y ciego de Babilonia y de sus vicios", que como un viejo verde, pero no lo tiene fácil. "Colecciona Lolitas que en las fiestas le llaman Papi", apuntaba Manuel Alcántara en El Diario de León. "Creo que está en plena forma visual a sus 72 años. No hay nada como ser millonario para aparentar menos edad. La pasta, aliada con el poder, es el elixir de la eterna juventud".

No obstante, la lozanía de il Cavaliere está en cuestión desde la final de la Champions, cuando, como apuntaba el jueves Toni Garrido en sus Asuntos Propios de RNE, "todo el mundo pudo contemplar el triunfo del Barça (...). Bueno, todo el mundo no, porque Berlusconi se durmió y Eva Longoria (...), que estaba leyendo el Cuore".

Silla en el G-20
Claro que, mientras nos ocupamos de la entrepierna del magnate, pasamos por alto su Ley de Seguridad, que "criminaliza al inmigrante ilegal como delincuente (...), autoriza al ciudadano privado a asimilarse a las fuerzas de Policía y legitima, en la práctica, peligrosas tendencias de la gente a tomarse la justicia por su mano", tal y como destacaba María José Fariñas en El Periódico de Aragón. ¿Y Zapatero qué dice? Nada, porque Papi le ha invitado
al G-20.

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