Merienda de medios

Rajoy vuelve al confesionario

Tras las últimas encuestas que le alejan un poco más del PSOE, Rajoy volvió el lunes a la Cope, en un intento de evitar que más oyentes de la emisora se pasen a Rosa Díez, esa izquierdista de derechas o derechista rojeras, según se mire, que le está mojando la oreja. El del PP eligió el confesionario de César Vidal para decir, entre otras cosas, que él no maltrata a ningún medio y que su jefa de prensa tiene derecho a defender su honor y querellarse contra el colaborador de Federico I que la acusó de haber propalado que Aznar esperaba un hijo y que la ministra francesa Rachida Dati era la madre. Si es que, Mariano, vas provocando.

Así, al menos, lo entendió Losantos, que se pone grueso de los nervios cada vez que un colega de su parroquia, llámese Schlichting o Herodoto, se va al tálamo de las ondas con Rajoy y traiciona su plan de liquidación política del gallego. A primera hora de la mañana de ayer hubiera llenado una Fanta de dos litros con los espumarajos que soltó por su boca. "¿Tienen derecho al honor los estafados por Mariano Rajoy? A ver, Mariano, ¿tú tienes honor después de haber echado del partido a María San Gil y de conseguir que se vaya Ortega Lara o podemos dudar de que tu honor sea como el de Guzmán el Bueno? (...) Dice que no ataca a los medios de derecha. Pero, hombre, si toda tu campaña, Mariano, ha sido atacar a El Mundo y a la Cope. Si no has hecho otra cosa en este año más que perder votos, insultar a Esperanza Aguirre, echar a María San Gil... ¡Ay, Señor!".

El caso es que ni con la Cope ni sin ella parecen tener remedio los males de Rajoy, a quien un día sí y otro también se le busca sustituto por tierra, mar y aire. "El caso perfectamente descriptible es que el registrador de la propiedad cada vez aparece más amortizado entre todo aquel que tiene el oído pegado al surco", asegura en El Plural Graciano Palomo, quien él solo se guisa y se come el nombre del relevo: "De forma imperceptible, con habilidad por una vez en su vida, conteniendo el aliento, sujetando los demonios internos y familiares, Alberto Ruiz-Gallardón empieza a ver, en efecto, que hay posibilidades".

Nombre de mujer

En vez de pegar la oreja al surco, Fernando Jáuregui se limita a pasearse por la calle Génova, donde parece que hay alguien pegando voces: "Una de las cosas que se oyen cuando se transita por los pasillos del PP es la posibilidad de que, al final, la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, se convierta en posible cabeza de candidatura del PP ante las elecciones generales. Cospedal, te dicen, es una figura atractiva, no hace ni dice tonterías, está bastante bien valorada". Jáuregui no hace caso del pregonero, pero constata en su artículo de OTR que "el ansia de cambio, ahora tiene nombre de mujer". Todo demasiado exótico, que diría Aznar.

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