Modos y Modas

Mi polo es rojo

 ANUNCIOS ANIMADOS // FERRAN CALVET

Hay anuncios que se entienden enseguida; por ejemplo, el de los principales fabricantes recomiendan Calgonit. Será verdad o no, pero está claro, y además se ilustra con un operario sacando la resistencia de la lavadora que parece que le hayan salido flores.

Otros requieren alguna complicidad por parte del espectador; por ejemplo el de la estantería Grünfuld que va con el tornillo Haröralt, que sólo tiene sentido si uno ha comido albóndigas suecas en una tienda de muebles -por cierto que éste es muy gracioso pero nadie se acuerda de qué anuncia, o sea que el gasto en publicidad sólo le ha hecho provecho a IKEA.

Otros no hace falta que se entiendan porque sólo aspiran a ser molones. Por ejemplo los de coches y los de maquillaje. Se ve el coche por delante, por detrás, de escorzo y corriendo que se las pela por una carretera sin radares. Esos son para los tíos, que nos mola cruzar la provincia de Soria a toda leche. O se ve a una moza recién enjalbegada, con las pestañas de palmo y poniendo morritos complacientes. Esos son para las tías, que les mola ir por la Quinta Avenida con las pestañas como rastrillos.

Y luego están los anuncios tan originales que no se entienden ni pa’tras. Por ejemplo el de Volkswagen Polo. Sale un notas que ve los plátanos azules y el cielo amarillo, pero su Polo es rojo por mucho que le digan que es verde...

Vale, colega, estás daltónico perdido; ¿pero tu coche corre, o es para nenas?

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