Otras miradas

En Alcorcón no queremos pagar el #TasazoDeBasura del PP

Jesús Santos

Candidato de Ganar Alcorcón-Podemos-IU a la alcaldía de Alcorcón

Todo comienza en el año 2012. El Partido Popular, entonces con mayoría absoluta, aprueba un Plan de Ajuste dónde se recoge, para el año 2019, una tasa de basuras que financie la limpieza del municipio. La solución de David Pérez pasa porque cada domicilio pague alrededor de 200 euros que costeen unos 15 millones de euros. Para que los lectores hagan la cuenta, esto sería como un tercer recibo del IBI.

Confiados, en que esto no se aplicaría hasta 7 u 8 años después, se desentendieron del problema, aprovechando que la oposición de aquellos años fue incapaz de problematizar la situación e informar debidamente a las vecinas y vecinos.

Pero 2019 ya está aquí. La gestión del PP de la ciudad es ruinosa, la limpieza es uno de los principales problemas del municipio y existe una nueva fuerza de oposición, Ganar Alcorcón, nacida a principios de esta legislatura. Atemorizado por sus efectos electorales adversos, David Pérez tiene congelada esa tasa para aplicarla una vez se cierren las urnas.

Lo fundamental es, ¿cómo vamos a solucionar esta cuestión? El plan de ajuste posiciona una exigencia: la limpieza tiene que autofinanciarse. Esto significa que deben generarse los ingresos suficientes para costearse. La pregunta es, ¿cómo va a financiarse este coste? La respuesta del PP ha sido el tasazo de basuras: que lo paguemos las vecinas y vecinos. Nosotros proponemos convertir la empresa pública en productiva para generar los recursos para autofinanciarse.

El modelo del PP, el del liberalismo de postal, es el que predica bajadas de impuestos y cruzadas contra lo público para luego imponer, siempre a escondidas, que hogares, comercios, pequeñas y medianas empresas paguen íntegramente el servicio. Tenemos un precedente con el tarifazo sobre la factura del agua, un coste cargado en la factura de todas y todos por unas obras que el PP no tuvo intención de negociar en condiciones favorables para Alcorcón. Necesitamos otro modelo.

Nosotros hemos hecho nuestro trabajo elaborando un proyecto de cambio para Alcorcón. Hace varios meses presentamos nuestro plan de limpieza que constaba de dos partes: un plan general de limpieza y un plan específico para empresa pública. Precisamente ambas partes están encaminadas al objetivo estratégico de que ESMASA pase de ser una empresa exclusivamente de servicios a una empresa pública de servicios y productiva. Esto le permitiría generar ingresos y le permitiría generar fuentes de autofinanciación.

Pero ¿la limpieza da dinero? La respuesta es afirmativa. El ejemplo son las grandes empresas de la construcción que se han reconvertido a este sector para obtener suculentos beneficios. También el reciclaje, la recuperación y el tratamiento de residuos son campo de disputa para empresas reconocidas por extraer el máximo beneficio en cada una de sus actividades.

¿Cómo sacarle rentabilidad a la limpieza? Esta transformación para que la empresa pública sea productiva tiene varios ámbitos y requeriría una explicación que alargaría en exceso este artículo. Una explicación más detallada como la que di en el Teatro Buero Vallejo en octubre de 2017 y estoy dispuesto a exponer a quien quiera, presencialmente. Sin embargo, si podemos detallar algunos aspectos.

En primer lugar, hay que abordar las encomiendas para sacarles rentabilidad. Entendemos las encomiendas como el conjunto de servicios que hoy ESMASA ofrece y que tienen un valor de mercado importante. ESMASA no sólo recoge la basura, también repara desperfectos, pinta o mantiene las instalaciones eléctricas. Proponemos asumir todo esto como medio propio, dotarlas de medios humanos y materiales, recuperar el alumbrado público en 2021 (rectificando así el regalo hecho por anteriores equipos de gobierno) y remodelar las dependencias para estas labores.

Todo lo anterior nos permitirá ofrecer las encomiendas hacia dentro y fuera del Ayuntamiento. Cuando hablo de dentro del Ayuntamiento me refiero a que, cuando por ejemplo haya que pintar una pared de un edificio público o arreglar el desperfecto de un parque, no se subcontrate a una empresa privada, sino que se llame a nuestra empresa para que lo haga. Cuando hablo de ofrecerlas hacia fuera del Ayuntamiento me refiero a que empresas, comercios y particulares puedan contratar este servicio con ESMASA a un precio competitivo. Estas dos líneas de actuación generarán rentabilidad y avanzarán hacia una auto-financiación de la limpieza.

Pero las posibilidades son mucho más amplias. Si actualizamos y mejoramos el precio público, ESMASA puede ofrecer un buen servicio a comercios y particulares, apoyándose además en la relación de cercanía y confianza de ser una entidad del municipio. También puede hacer inversiones en compactadoras o trituradoras que, como expliqué, se amortizarían desde el primer año y abaratarían la recogida y separación de residuos. Recuperar la recogida puerta a puerta del cartón (que antes del abandono del PP, los centros públicos, comercios y entidades sociales separan gustosamente para que ESMASA los recogiera) entre otras tantas iniciativas que generarían ingresos y abaratarían costes.

En el plano estratégico además hay un terreno enorme por explorar. Alcorcón puede convertirse en la capital del reciclaje, un referente europeo de gestión de residuos. Para avanzar en esa dirección he alcanzado compromisos de cooperación con experiencias pioneras que ya funcionan en diferentes municipios, como el conglomerado público francés "Toulouse Metrópole", el eco-punto de Avellaneda o las experiencias productivas asociadas al reciclaje del experto en energía fotovoltaica de la Universidad Nacional de Rosario (UNT), Pablo Bertinat. Hablamos, por ejemplo, de sacar rentabilidad al plástico o recuperar el tratamiento del vidrio.

Nuestro objetivo es poner fin al modelo de la ruina, que se concreta en el abandono y las excusas como norma para que, al final, las familias acaben pagando todo. Porque necesitamos proactividad, empatía y visión de futuro. Tenemos la posibilidad de solucionar los principales problemas y convertirnos en una ciudad limpia, próspera y amable. Pero para lograrlo hay que querer Alcorcón, escuchar a los vecinos y tomárselo en serio. En mayo, Alcorcón cambia.

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