Otras miradas

Navalagamella no “bautiza” al nuevo Frente Popular

Réplica del Alcalde de Navalagamella, Andrés Samperio, al artículo de Luis Moreno publicado el pasado martes.

Don Luis Moreno, columnista del "moderadamente" democrático e inmoderadamente socialcomunista diario PÚBLICO, escribe en el digital de cabecera de Podemos una boutade en la que entre bromas y veras (más veras que bromas) propone bautizar el acuerdo entre Iglesias y Sánchez, que resucita el Frente Popular de febrero de 1936, como el Pacto de Navalagamella.

Aduce tan sesudo e irónico columnista un argumento de heráldica parvularia como es que sólo la bandera de Navalagamella contiene los colores de los partidos del nuevo (¿) Frente Popular: el morado de Podemos, el rojo del PSOE y el verde del PNV, que es el monosabio que, al final, acudirá con entusiasmo a sostener ese pacto. Por cierto, asegura don Luis Moreno, que el PNV es un partido impecablemente democrático, lo cual demuestra su oceánica ignorancia de la historia del PNV que, como diría el poeta, "abrasa con acercarse solo a mirarla". Y se lo garantizo yo, que soy una de las innumerables víctimas del terrorismo ejercido durante más de medio siglo por el hijo más querido del PNV, la Organización Socialista Abertzale Euskadi Ta Askatasuna, más conocida por el siniestro acrónimo de ETA.

Vamos a ver, señor Moreno, para gustos, los colores. Capitaliza usted el cromatismo de la bandera de Navalagamella en las enseñas de los partidos del nuevo (¿) Frente Popular y eso, usted debería saberlo, es una sinécdoque, o sea tomar la parte por el todo. El rojo es el color preeminente de la Bandera de España, el morado es un color secularmente religioso, aunque hoy lo haya hecho suyo Pablo Iglesias poniéndose morado a ganar dinero en solo cuatro años, lo que le ha permitido mudarse de Vallecas al Palacio del Conde Vronski en Galapagar, y el verde, además de ser el color de la esperanza, lo es también de los monárquicos quienes, en tiempos de persecución de la Corona, llevaban corbatas y pañuelos verdes y escribían con tinta verde porque con el nombre de dicho color construyeron la consigna: Viva El Rey De España (VERDE).

Si quiere usted colorear y bautizar el pacto del nuevo (¿) Frente Popular, olvídese de Navalagamella. Yo le propongo la siguiente combinación: el blanco de la cocaína en la que los socialistas andaluces se gastaban el dinero de los parados, el gris ala de mosca de las sobaqueras de las camisas de Pablo Iglesias, y el hacha y la serpiente de ETA, que es el icono de los niños mimados del PNV. Les iba a quedar un emblema monísimo y adecuadísimo a lo que todos esperamos del nuevo (¿) Frente Popular.

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