Otras miradas

El cambio necesario de los puertos españoles

Julián Maganto

Economista experto en gestión portuaria, miembro del círculo 3 E de PODEMOS

Julián Maganto
Economista experto en gestión portuaria, miembro del círculo 3 E de PODEMOS

España necesita el cambio. Un cambio profundo, de raíz, que ponga fin a una situación insostenible que la gente corriente está sufriendo en los últimos años.

El pacto social fruto de la transición se ha roto, y lo ha roto una minoría que, por un afán obsceno de enriquecimiento, ha sometido con absoluto desprecio a la inmensa mayoría de la población a la pérdida de unos derechos sociales, laborales y de calidad democrática irrenunciables y que muchos, cándidamente, creíamos que no se atreverían a tocar.

La injusticia social, la precariedad creciente, el expolio de lo público y la corrupción que lo envuelve, la cada vez mayor limitación de derechos y la represión asociada para acallar el clamor que exige la regeneración democrática de las instituciones y la sociedad, hacen imprescindible el cambio.

El cambio no es algo opinable o deseable, es una necesidad ineludible e imperiosa para que este país tenga futuro.

Pero además de este cambio profundo, son necesarios otros más sencillos, quizás más sutiles, que tienen que ver con actividades sectoriales ligadas a satisfacer necesidades económicas y sociales de los españoles. Cambios que requieren implementar nuevas actuaciones para  facilitar el logro de los grandes objetivos. En este grupo se encuentra la política portuaria. Es indiscutible su importancia estratégica para la economía y la movilidad. Según las últimas tablas input-output disponibles, el sector marítimo-portuario aporta cerca del 20% del PIB del sector transporte, lo que representa el 1% del PIB nacional, generando más de 90.000 empleos.

Los puertos comerciales son nodos fundamentales en las cadenas logísticas por la que se encaminan los tráficos de mercancías consecuencia del comercio mundial. El transporte marítimo es fiable, en términos de calidad y coste, seguro y menos contaminante por tonelada transportada que el modo carretero, por lo que puede considerarse un modo alternativo o complementario, según los casos, del mismo, configurando así cadenas logísticas más eficientes ambientalmente, más sostenibles.

Estas ventajas son también son aplicables al transporte de personas, en el que el modo marítimo es imprescindible en nuestro país por la condición no peninsular de parte de su territorio.

Por estas razones los puertos, son generadores de riqueza y empleo, tiene una incidencia positiva en la cohesión territorial y son socialmente estructurantes.

Los puertos españoles han experimentado en las dos últimas décadas un evidente proceso de modernización, tanto en sus características técnicas como en el modelo de gestión, que hace que en el momento actual nuestra oferta portuaria sea competitiva y suficiente a medio plazo, aunque existen determinadas ineficiencias, algunas de importancia, que se deben resolver y que de forma sucinta se describen a continuación.

 

Importante sobrecapacidad de infraestructuras como consecuencia del descenso de tráficos producido por la crisis, el adelanto de obras no justificado por la demanda previsible y la duplicación de determinadas infraestructuras debida a una mal entendida competencia interportuaria.

 

Opacidad y deficiencias en la prestación de servicios portuarios prestados por la iniciativa privada, la complejidad en la determinación de las tasas en los prestados por las Autoridades Portuarias, los nocivos efectos ambientales en algunas operaciones y la necesidad de adaptación del servicio de manipulación de mercancías

 

Excesiva ampliación del plazo concesional de 35 a 50 años

 

Insuficiente consideración de la variable ambiental en todos los procesos

 

Son solo algunas de las deficiencias que una política portuaria debiera intentar cubrir. Una política que, también de forma sucinta, debería estar orientada por los siguientes ejes

 

Transparencia y participación ciudadana, institucional y de los agentes económicos, asegurando el carácter público estatal de las Autoridades Portuarias  y las infraestructuras y servicios que gestionan, creando los Consejos Ciudadanos de Puerto

 

Adaptación a la demanda con criterios de sostenibilidad, definiendo impulsando una estrategia de optimización en el aprovechamiento de las infraestructuras existentes, mejorando la conexión ferroportuaria e impulsando las autopistas del mar y en general el trasporte marítimo de corta distancia como complemento del tráfico de mercancías por carretera.

 

Excelencia en procesos internos y gestión sostenible, mediante la definición de un plan de I+D+i, la implantación de un código de buenas prácticas de responsabilidad corporativa y de la formación profesional específica

 

Proyección internacional, potenciando los mecanismos de cooperación con los países mediterráneos, la UE y América Latina

En resumen:

La gestión excelente de las infraestructuras, los servicios y el dominio público portuarios, la potenciación de la cooperación internacional, la clara apuesta por la I+D+i, la formación continua y el inequívoco compromiso con la responsabilidad social y ambiental, todo ello dentro de un marco de transparencia, participación ciudadana y leal colaboración institucional, deben ser pilares estratégicos del sistema portuario de interés general.

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