Otras miradas

Y a mí, señor juez, ¿quién me ampara cuando un policía me da una hostia porque le sale de la ley mordaza?

Lorena Ruiz-Huerta García de Viedma

Abogada y activista defensora de derechos humanos

Y a mí, señor juez, ¿quién me ampara cuando un policía me da una hostia porque le sale de la ley mordaza?
Agentes de policía y aficionados frente al NH Collection Eurobuilding, a 28 de marzo de 2023, en Madrid (España). Diego Radamés / Europa Press
28/3/2023

Le dije que eso era un delito. Que aquel tipo estaba cometiendo un delito de injurias con agravante de odio. Se lo hice saber al policía y se lo repetí varias veces. Pero no me hizo ni puto caso. Me agarró de la mochila y me pegó un empujón que casi me descalabra.

Acababa de salir de casa en bicicleta para ir al trabajo, y al instante, tropecé con un ligero atasco provocado por dos vehículos. El que estaba delante lo manejaba un varón latinoamericano, acompañado de dos niñas pequeñas, que parecía tener dificultades en aparcar. El de detrás era un Audi imponente, conducido por un español, y mucho español, que no tardó en desenfundar la lengua para exhibir su incuestionable superioridad energumenoétnica. "¡¡Vete a tu puto país, ‘panchito’ de mierda!!"...."¡¡Lárgate a tu país, hijodeputa, que solo venís aquí a dar por c..... !!", le espetó el españolazo al humilde criollo que osaba interponerse en su imperial camino. No reproduzco el resto de improperios que le oí, por respeto a vosotras, queridas lectoras, y a las teclas de mi ordenador.

Miré a las dos niñas aterrorizadas en el fondo del vehículo, y bajé de la bici. "No tiene Ud. derecho a insultar a este señor por ser extranjero", le dije al españolazo. Y él, sin mirarme siquiera, continuó la borrachera de insultos, haciendo gala de su desvergüenza y de lo larga que la tenía. La desvergüenza.

Como en las películas, en esto llegó la Policía. Estamos salvadas, mis queridas lectoras, pensé mientras trataba de recordar el himno del Séptimo de Caballería. Ingenua de mí. El "agente actuante" salió del coche policial despacio. Se acomodó la hebilla. Lentamente, se acercó al vehículo que no lograba aparcar, y tiró de libreta. Entre tanto, el tipo muy español seguía desgranando su rosario de injurias.

Me acerqué al hombre latinoamericano que permanecía en silencio para ofrecerme como testigo por si deseaba denunciar las atrocidades que le arrojaba el energúmeno. Y le dije al agente:

"Quien está cometiendo un delito es ese otro señor que no para de insultar y amenazar..... Está tratando de ofender a una persona por su origen latinoamericano, y eso es un delito de odio tipificado en el 510 del Código Penal... Yo estoy cumpliendo mi obligación ciudadana de denunciar un delito ante la Policía: lo establece la Ley de Enjuiciamiento Criminal en su artículo 264....."

 Se lo repetí varias veces, mientras el insultador elevaba el tono. Le dije al policía que se estaba cometiendo un delito delante de nosotros, pero no me hizo ni caso. Hasta que se hartó de mi insistencia. Se ajustó de nuevo la hebilla y me amenazó: "A ver si, por listilla, la voy a detener por obstaculizar la actuación de la Policía". Le respondí que eso era una locura y me di media vuelta. Entonces, me agarró de la mochila que llevaba en la espalda y me dio un empujón que casi me descalabra. Caí sobre la bicicleta y me hice daño. Tuve que entregarle la documentación. Y me dijo que me impondría una multa en aplicación de la Ley Mordaza. De seguridad ciudadana, la llamó él.

En Urgencias me certificaron un parte de lesiones compatibles con una agresión: heridas con sangrado activo en la mano izquierda y un eritema en la pierna derecha. ¿Y ahora qué?

Si denuncio a ese policía de bien que me dio la hostia, la ley le ampara. Tiene presunción de veracidad y puede inventar lo que le dé la gana: afirmar que le insulté, o descoserse la hebilla y decir que le agarré. Que le doblé una uña. Y me condenarían por atentado. Democracia plena creo que se llama la figura.

Yo intentaba defender a una persona de origen latinoamericano y a dos niñas pequeñas aterrorizadas ante la barbarie de un españolazo. Un descendiente de Núñez de Balboa. Pero ¿quién me defiende a mí de los abusos policiales? ¿Quién defiende a las ciudadanas y ciudadanos de los supuestos defensores del orden público, señores jueces?

Y Uds. mis queridos diputados y diputadas.... ¿cuándo van a liquidar de una vez la puta Ley Mordaza que no es más que el epítome del franquismo represor y rancio que aún existe en España?

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