Otras miradas

El PSOE de Andalucía. Navegando sin rumbo por aguas de Lampedusa

Luis Ángel Hierro

Catedrático de Universidad, militante socialista de base, exdiputado y candidato en 2021 en las Primarias del PSOE de Andalucía.

El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, durante su intervención en el segundo día del XIV congreso Regional del PSOE-A, en noviembre 2021 en Torremolinos (Málaga). EUROPA PRESS/Álex Zea
El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, durante su intervención en el segundo día del XIV congreso Regional del PSOE-A, en noviembre 2021 en Torremolinos (Málaga). EUROPA PRESS/Álex Zea

No sé en qué persona estaría pensando Giuseppe Tomasi di Lampedusa cuando diseñó el personaje del joven oficial del ejército garibaldino del Gatopardo, el teniente Tancredi Falconeri que tan bien interpretó Alain Delon en la película de Visconti, pero está claro que si la novela la hubiera escrito ahora en Andalucía habría tenido su modelo del personaje en mi secretario general del PSOE de Andalucía. Me explico.

Nada más conseguir ganar las primarias en junio de 2021, el nuevo secretario general lanzó una campaña destinada a crear unas nuevas Estructuras Comarcales de Escucha Activa, muchas de las cuales se pusieron en marcha ese mismo verano. Según él, el objetivo era escuchar a la ciudadanía para construir un programa de acción cercano a las necesidades reales. No voy a decir que esas estructuras duraran lo que vive una efímera, pero seguro que, las que llegaron a ver la luz, no duraron más de la vida media de una mariposa y de su trabajo nunca más se supo.

En el 14 Congreso Regional del PSOE-A, el nuevo secretario general conformó una "macro" Ejecutiva Regional compuesta por 60 personas. La propia web del partido ponía en boca del Secretario General la trascendencia de esa ejecutiva, implicaba un "cambio de filosofía de trabajo y organización, en torno a grupos por áreas, con retos y objetivos concretos, con una plasmación práctica y líneas de actuación determinante para recuperar la confianza de los andaluces y andaluzas", un "equipo nuevo, una nueva forma de trabajar y un nuevo estilo de hacer política en el siglo XXI" (web PSOE-A).

De esa Ejecutiva Regional nunca más se supo, yo creo que hay miembros de la ejecutiva que nunca han asistido a una reunión, porque de facto lo que se constituyó fue un sanedrín formado por aquellos miembros más cercanos al nuevo secretario general. La falta de confianza en la propia ejecutiva ha sido tal que ni la propia web del PSOE-A recoge los nombres de los miembros de la misma, y se limita a publicar la foto y los datos del sanedrín de 11 personas (guardo una impresión de lo que en este momento está publicado en la web porque supongo que lo cambiarán en cuanto lean este artículo). A este respecto no estaría de más que los y las obviadas se pensasen seguir participando en un proyecto fracasado que además los humilla ocultando su nombre.

Perdidas estrepitosamente las elecciones autonómicas, al día siguiente, el 20 de junio de 2022, el Secretario General no anunció su dimisión sino una nueva estrategia de trabajo que ahora consistiría en que el grupo parlamentario socialista del Parlamento Andaluz se convertiera en un "gobierno en la sombra"(Europa Press lo señaló y en este video lo podemos oír de su boca). De ese gobierno en la sombra nunca más se volvió a saber. Otro gran cambio de estructura anunciado y sin contenido real.

No obstante, este 9 de enero, año y medio más tarde, el secretario general ha vuelto a anunciar por segunda vez esta misma iniciativa (aquí tienen el video para comparar), aunque al parecer ahora implicará cambios en esa Ejecutiva Regional que no existe en la web. No conozco la concreción en el momento en que escribo este artículo, aunque las noticias hablan de incorporar personas de fuera del partido, como si entre la militancia del partido no hubiera capacidad más que sobrada para ejercer esa labor.

La realidad es que la actual dirección del PSOE-A, cada vez que necesita un balón de oxígeno, se inventa un cambio radical que ni es cambio, ni es radical, como si el fantasma del teniente Tancredi Falconeri deambulara por San Vicente (sede del PSOE-A) repitiendo una y otra vez su famosa frase «Se vogliamo che tutto rimanga come è, bisogna che tutto cambi» («Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie»).

La cuestión no es baladí. El PSOE es un partido con 144 años, en el que siempre han existido Comités y Ejecutivas, conformadas por personas con apoyo político interno y con capacidad demostrada para ejercer labores políticas. El último censo publicado del PSOE-A es de 43.610 militantes. Para que se hagan una idea, los votantes inscritos en toda España para votar en las primarias del PP que ganó Casado fueron 66.706. Es decir, la maquinaria política del PSOE-A es un aparato político que supera a la práctica totalidad de los partidos nacionales. Siendo esto así, ¿Para qué puso en marcha las Estructuras Comarcales de Escucha Activa cuando teníamos Agrupaciones Locales y Provinciales? o ¿Para qué nombró una ejecutiva de 60 personas a la que no ha dejado trabajar? y ahora ¿Para qué queremos un gobierno en la sombra cuando tenemos un grupo parlamentario y una ejecutiva de 60 personas con experiencia política acreditada?

El problema de la actual dirección del PSOE-A es que nunca ha sido capaz de enfrentarse al reto de dirigir a sus 43.610 militantes. Primero, excluyó de la dirección del partido al 45% que no le votó en las primarias; después decidió no convocar a los órganos del partido porque nunca ha querido oír las críticas; y finalmente cercenó el protagonismo de la mayoría de quienes le apoyaron. En definitiva, el problema de la actual dirección es que no cree en ese partido llamado PSOE de Andalucía y no confía en la militancia socialista ni en sus órganos, y mal se puede conducir un vehículo para ganar una carrera cuando ni confías en el vehículo ni en tus mecánicos.

El PSOE de Andalucía no necesita inventos grandilocuentes gatopardistas, lo que necesita imperiosamente es una dirección para ganar las próximas elecciones. Una dirección que: primero, sea consciente de su realidad, hemos perdido los tres últimos procesos electorales, autonómicos y locales de forma inapelable, y quien no reconoce su realidad no puede cambiarla; y segundo, que sea consciente de la capacidad efectiva de la gran maquinaria política de la que dispone. La actual dirección del PSOE-A no cumple esos dos criterios, por eso es imprescindible que esa dirección sea reemplazada por una nueva, mediante un proceso congresual precedido de primarias, de forma que se elija una nueva dirección que trabaje por reconstruir el PSOE de Andalucía, haciéndolo participativo, inclusivo, activo, abierto, orgulloso andaluz, leal e indudablemente "Socialista".

Con ese objetivo, militantes socialistas de base estamos promoviendo un manifiesto que solicita ese proceso congresual, en el entendido de que no hay otra solución que permita sacar al PP del gobierno andaluz y conseguir que el PSOE-A vuelva a ser lo que era. No sé si tendrá éxito esta iniciativa o será otra, pero sí tengo claro que el PSOE de Andalucía no puede seguir ni un día más navegando por aguas de Lampedusa con tenientes Tancredi al frente.

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