08/12/2007

Considero impropias e intolerables las declaraciones de Rodríguez Zapatero; ha excusado el informe PISA arguyendo que "nuestro sistema educativo no ofrece un mal rendimiento, el problema es que hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que teníamos". Sólo recordar que en los años 2000 y 2003 la media española era de 500 puntos y hoy es de 461; entonces estaba el PP en el Gobierno.

XUS D. MADRID PALAMÓS (GIRONA)

El informe lo que indica (entre otras cosas) es el retroceso en el nivel de los estudiantes y no es en absoluto una foto fija como pretendía hacernos creer la ministra del ramo. A mi modo de ver lo que ha sucedido es esto: han leído el informe y, como es natural, no lo han entendido.  Son los políticos
los que no tienen un gramo de comprensión lectora: les basta con la astucia electoral. Por otra parte, el impacto de las medidas educativas no es inmediato, sino a largo plazo: atribuir los resultados de años en que gobierna el PP al PP es ridículo,

como tampoco tiene el PSOE toda la responsabilidad de lo que sólo ahora se pone de manifiesto. Como señalaba Antonio Orejudo en estas páginas, de ahí viene parte del desinterés de los políticos por la educación: los resultados los recogerá otro;
así que, si son malos: el que venga detrás que arree. Eso debió de pensar el PP.

Si a mí (Dios no lo quiera) me sorprendiera mi novia en la cama con otra, reaccionaría igual que Zapatero: "Cariño, esto no es lo que parece, puedo explicártelo".  Mis explicaciones también serían igual de traídas por los pelos y rocambolescas: "Verás, es que un OVNI nos ha desintegrado la ropa y luego ha venido un marciano y...".  Como los políticos: "Cariño, votante querido, el informe no dice lo que parece que dice, puedo explicarlo, son las generaciones y luego está el problema de los padres que no saben inglés...". ¡El inglés, ni más ni menos: el legendario OVNI desintegrador de textiles! ¿Qué hacemos los votantes cornudos? Hay novias que dan un portazo y dicen "¡ahí te quedas, cara candado!".  Habrá quien también deje de votarles. Otras deciden plantarle e irse con otro, lo que sucede es que ese otro le va a poner todavía más cuernos y con más desparpajo: ¿vas a esperar fidelidad de tipos como Zaplana? ¿Lealtad de Acebes? Otras les castigan una temporada, aceptan arrepentimientos improvisados y falsas promesas compradas en el top manta, y al final siguen votándoles: sobre todo por los niños.

Mi novia me miraría con cara de lástima, se encogería de hombros y diría: "Mira que eres tonto, criatura; pero a mí no me
tomes por tonta". Por lo menos que no nos cuenten memeces. ¿Qué más se puede hacer? ¿Llamamos acaso al 016? ¿Qué haría usted?