Pato confinado

Receta de huevos rancheros

Huevos rancheros

¿Enamorado, como Ferran Adrià, de los huevos fritos? ¿Explorador de ruinas mayas? ¿Amante del plato suculento pero sencillo?. Los huevos rancheros son un desayuno para jornaleros en México, hoy un clásico internacional de restaurantes y taquerías. Sin (quizás) tanto esfuerzo físico encima, para nosotros pueden ser una comida o cena sabrosa, siempre sin abusar de ellos. El huevo es saludable, pero la fritura no tanto. Te enseñaremos, no obstante, en esta receta de huevos rancheros, un truco para hacerlos más ligeros.

Su tiempo de elaboración no supera los 20 minutos. No están muy alejados del pisto al que se le añade un huevo en la gastronomía española. Son como los frutos de la gallina acompañados de verduras, con una buena salsa de tomate y, claro está, tratando con México, el picante. Es interesante utilizar en esta receta los chiles frescos y el cilantro para que desarrolle su potencial. Puedes acompañarlos de aguacate pelado y cortado en rebanadas. En México muchas veces los sirven junto a frijoles. Así que órale, carnal.

Receta de huevos rancheros

Huevos rancheros con salsa de tomate y cilantro
Huevos rancheros con salsa de tomate y cilantro. Pato confinado.

Ingredientes 2 personas:

  • 2 huevos (1 por persona, pero pueden ser 2, al gusto).
  • 4 tomates de pera maduros.
  • 2 chiles serranos (en su defecto puedes utilizar pimiento verde).
  • Media cebolla.
  • 1 ajo.
  • Cilantro fresco.
  • Aceite de oliva virgen.
  • Sal.
  • 2 tortitas de trigo o maíz (opcional).

Elaboración:

Tan fácil como freír dos huevos y saber hacer una salsa de tomate contundente. El picante, al gusto. Solo recuerda que los tomates deben quedar hechos pero sin que se deshagan del todo en la mezcla. Es una salsa poco molida, con los pedacitos de las verduras que acompañarán a tus huevos rancheros.

1. Cuece los tomates pelados:

En una olla con agua, pon a hervir los tomates pelados junto a un diente de ajo y los dos chiles serranos. Deben cocerse unos 10 minutos. Después, resérvalos. Mientras tanto pela y pica bien la media cebolla. Ponla a pochar en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen. Si no dispones de chile, puedes añadir medio pimiento verde italiano, y luego una guindilla de cayena al sofrito para conseguir el efecto picante. No es lo mismo, pero funciona.

2. Monta la salsa de tomate para los huevos rancheros:

Cuando las cebollas estén pochadas, añade los tomates cocidos, los chiles (recuerda quitarles las pepitas antes) y el ajo, todo bien troceado. Deja que se frían hasta que se monte la salsa pero sin deshacerse del todo (puedes echarle un poquito del caldo de su cocción para que salga más jugosa si no están lo suficientemente maduros). La salsa de tomate debe estar cocida pero no totalmente líquida. Se trata de un punto intermedio, un sofrito con trocitos de tomate. Prueba el punto de sal y picante. Añade el cilantro fresco al final, bien picado, por encima. Si necesitas más picante puedes suplementarlo con una cucharadita de salsa de chile.

3. Fríe los huevos:

Puedes freír los huevos de un modo más saludable, a la plancha, echándole solo unas gotitas de aceite bien repartidas por la sartén (el utensilio, eso sí, no debe agarrarse). Cuando esté caliente (fuego medio-alto), añades los huevos y expandes lo máximo la clara, para que queden lo más finos posible. Cúbrelos con una tapa durante unos minutos para que se hagan uniformemente.

4. Sírvelos rodeados del sofrito:

En la receta original los sirven sobre una tortita de maíz o trigo como si esta hiciera de plato. Las tortitas se doran en otra sartén con unas gotitas de aceite. Cuando estén a punto, sácalas, y emplátalo. Pon los huevos rancheros en su centro y alrededor la salsa que has hecho. Echa un poquito de sal sobre las yemas.

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