Pato confinado

Receta de pasta fresca con trufa

Pasta a la trufa.
Pasta a la trufa. Foto: SanderSmit / Pixabay.

Las recetas de pasta más sencillas muchas veces son las más deliciosas en la mesa. Platos que se hacen en poco tiempo,  minimalistas en cuanto ingredientes y que, sin embargo, podemos considerarlos auténtica delicatessen.

Es el caso de la pasta fresca a la trufa negra. Solo necesitarás tagliatelle al huevo frescos - o la pasta a tu elección-, un poco de mantequilla, aceite de oliva, ajo, queso y, claro está, el maravilloso aroma de la trufa.

A tener tan pocos ingredientes es necesario prestar atención a los pasos. Se dora un diente de ajo en aceite para dar aroma y la trufa se mezcla después en mantequilla al calor, sin que se queme o cocine demasiado.

Luego, con un poco del caldo de la cocción de la pasta, ligaremos una salsa mientras salteamos la pasta. Puedes utilizar trufa fresca o la que venden en conserva en los supermercados (es menos aromática, pero menos da una piedra).

Pasta fresca con trufa

Ingredientes 4 personas:

  • 400 gr. de pasta fresca
  • 20 gr de trufa negra
  • 1 diente de ajo
  • 50 gr de mantequilla
  • Un chorrito de aceite de oliva
  • Queso tipo pecorino o parmesano (al gusto)
  • Sal

Prepara la base de la salsa de trufa:

  1. En una sartén amplia, introduce un chorrito de aceite de oliva y pon a dorar ligeramente un diente de ajo pelado. Es solo para dar aroma: en cuanto empiece a dorarse, retíralo.
  2. Saca la sartén del fuego y agrega la mantequilla. Deja que se deshaga con el calor residual, no debe quemarse ni cocinarse en exceso.
  3. Parte la mitad de la trufa en trozos gruesos y el resto rállalo. Reserva.
  4. Agrega los trozos gruesos a la mantequilla y ve removiendo para que se desprenda el aroma en la grasa. Si ves que la mantequilla se ha enfriado, acércala al fuego y sigue a baja potencia.

Prepara la pasta con trufa:

  1. Cuece la pasta fresca siguiendo las instrucciones del fabricante, pero recuerda que debe salir al dente.
  2. Hazlo con poca agua para que así se concentre mejor el almidón y te sea más fácil ligar la pasta.
  3. Agrega a la mantequilla trufada un poco del caldo de la pasta (un cazo) y remueve hasta que se ligue.
  4. Añade entonces la pasta y saltéala en la mantequilla de trufa. Puedes echar otro poco de caldo si está muy seco, pero con cuidado, que no quede demasiado aguado (es una cuestión de equilibrio).
  5. Echa un poco de queso y remueve para que se termine de ligar el conjunto.
  6. Sirve la pasta caliente con el resto de la trufa rallada y más queso por encima.

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