Rosas y espinas

Lola Ferrer, resistente fiscal

AGENCIA TRIBUTARIA 2013Los periodistas hablamos. El pueblo hace. Os presento a Lola Ferrer, de profesión pueblo, que ha escrito esta carta de amor. Anda por los sesenta años, treinta de experiencia laboral. Y escribe cartas de amor. Esta carta de amor, que ahora silencia mis estúpidas ingeniosidades habituales, va dirigida al doncel Agencia Tributaria, garante democrático de la redistribución de la riqueza, garante de nuestra democracia. Me callo y escucho. Empieza el espectáculo. Como la vida no es una obra de teatro, después de escucharla, os recomiendo no aplaudir. Lola va a preferir un grito unánime de guerra, libertad, amor, acción, canción y rabia. Se levanta el telón. Empieza el espectáculo...

Agencia Tributaria

A quien corresponda

Por la presente solicito que mis impuestos sean acumulados en sus mesas, hasta tanto no se me ofrezca y tenga un puesto de trabajo digno.

Les informo que malvivo con la nada despreciable cantidad de 426 €, de los cuales, 204 van a parar a manos del banco como pago de los intereses de mi hipoteca. Aproximadamente 50 €, a la factura de teléfono e internet. Sí, posiblemente podría prescindir de esto, pero se da la casualidad de que sin ellos estaría absolutamente incomunicada para la búsqueda activa de empleo. Otros 75/80 €, dependiendo de la estación del año, son para el pago de la electricidad. Les aseguro que he prescindido de calefacción y uso de horno, disminuido la cantidad de luz de mis habitaciones y eliminado completamente la de otras. Utilizo velas para iluminar la escalera y, actualmente, aprendo a leer en el sistema Braille, con la esperanza de que pronto pueda prescindir de la luz para la lectura, ya que pese a la insistencia del gobierno en convertirnos en bueyes, me resisto a abandonar el "pésimo vicio" de la lectura. ¡No! ¡No piensen que tengo la osadía de gastar en libros, sería imposible! Los obtengo prestados de amigos y conocidos. Otros 28/30 € van a parar al servicio de aguas. Sí, no he conseguido dejar de ducharme a diario y tengo abundancia de plantas que requieren riego. ¡Ojo! Dispongo de depósitos en terraza y patio para la recogida de agua de lluvia, aunque en temporada de calor, la cantidad resulta insuficiente.

Con todo esto, verán ustedes que la cantidad que resta, queda reducida a unos 75 €, con los cuales debo comer (¡cada vez menos!), ¡vestirme...! ¡Hace años que no compro ni un par de bragas! Y, además, con un poco de suerte, hasta puedo ahorrar algo. Eso sí, todos los días pido a Dios el milagro de no tener la desgraciada eventualidad de un achaque o de una avería que me suponga un extra del que no dispongo, ni dispondré, posiblemente hasta el día de mi muerte. Puesto que por desgracia, los casi 530.700 ciudadanos de más de 45 años que hemos perdido el empleo, hemos sido eliminados de la faz de la tierra para la vida laboral. ¿Quién habla de nosotros?

Señores, me niego a morir de hambre y por tanto, y ante la desfachatez, corrupción e ineptitud, claramente demostrada de nuestros gobernantes, me declaro en Resistencia Fiscal. Ignoro si existe alguna ley que proteja este derecho y, si existe, estoy segura de que nuestro gobierno –tan eficiente y humano- estará pensando en derogarla rápidamente.

Por último, agradecerles que tengan a bien escuchar mi petición y asegurarles que no está en mi intención abandonar mis obligaciones como ciudadana y que haré frente al pago en cuanto tenga en mi poder un contrato de trabajo que me lo permita.

Atentamente.

....

PD del columnista: ¿Algún periodista, político, banquero, presidente del Gobierno, analista, politólogo, economista, poeta, tertuliano, catedrático de lo que sea, hombre o mujer, ser humano... se atrevería a escribir algo más? Yo no.

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