La trama mediática

Moralmente superiores

Feliz propuesta, la de indemnizar a los descendientes de los moriscos por su expulsión de España hace cuatrocientos años. ¿Que es pelín extravagante, además de irrealizable? De acuerdo, pero no vean el juego que ha dado como carnaza para los leones de la opinión. La permanentemente cabreada Isabel San Sebastián, por ejemplo, veía en la iniciativa un vergonzante complejo de culpa por algo que, como la conquista de América, debía ser motivo de orgullo. Estas fueron sus palabras en Cope: "En el quinto centenario se pidió perdón por haber descubierto América. ¡Pedir perdón y pedir perdón... y pedir perdón! ¡Por haberles llevado una lengua, una religión, una civilización, unas universidades!" No agoten su capacidad de sorpresa, porque lo mejor vino en labios de su compañero de francachela Juan Carlos Girauta, que parió al vuelo esta soberana gachupinada: "Cuando el perdón lo tendrían que pedir ellos, que son los descendientes de los españoles que fueron allí, no nosotros". Como el eslogan del whisky, gente sin complejos.

De una ofensa transoceánica a otra peninsular, trufada también por las arrobas de desdén que adornan a quienes se creen moralmente superiores. Si son ustedes andaluces o extremeños, respiren hondo antes de leer lo que Herman Terstch opinaba ayer en ABC sobre sus respectivas tierras. Ahí les va: "Así se vive en muchas partes del mundo, olvidando la miseria, la ignorancia y la impotencia con cierta dosis de soberbia, un patriotismo local muy chato, mucho cantar y buscar la alegría de la vida en el puro menester y la picaresca por esquivarlo de vez en cuando, pregonándolo como victoria. Las regiones más pobres de nuestro país han logrado entrar en ese nirvana cañí en el que lo único que importa es tener ojo para la subvención, rapidez en asumir la dependencia y premura en la obediencia". Les había advertido que era hiriente.

De violencia machista y vibradores

Espero que aún les quede estómago y temple, porque el obús dialéctico que he reservado para el último párrafo es de los que provocan estragos. Su autor es José Luis Alvite, que ayer remató en La Razón una indigesta columna sobre la violencia machista tal que así: "Me consta que hay varones violentos y misóginos, pero en muchos casos eso es así porque vivimos en una sociedad maniquea en la que en muchas parejas el hombre está por lo general peor considerado que el vibrador al que sustituye". Como siempre, les prometo que la transcripción es literal.

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