La trama mediática

Por el uranio hacia Dios

Faltaban los plumones más grotescos en la carnavalada proatómica y ya están aquí. Abre la chusca procesión Salvador Sostres, consentido de Pedro Jota, que babea en El Mundo: "El antinuclearismo, como el antiamericanismo y la judeofobia, son supersticiones basadas en el resentimiento. Ayer, hippies, comunistas y colgados. Hoy, okupas y piojosos, antisistema y ecologistas, que dan lecciones a todo el mundo". ¿Algo más? Sí, también sarasas, añade el machirulo, proyectando sus represiones íntimas: "Es más general de lo que parece esta actitud cínica y el mismo Occidente afeminado que hizo aquella histérica parodia solidaria cuando lo de Haití".

Vestido de supehéroe, con los calzoncillos por fuera como es de rigor, César Vidal aporta en La Razón su sapiencia multidisciplinar. ¿Y si lo de Japón hubiera pasado en España? Pues depende: "Si hubiera estado el PP en el poder, sindicatos, partidos de izquierdas, nacionalistas y terminales mediáticas se habrían embarcado en un 'Nunca mais' a cara de perro culpando del terremoto y posterior tsunami a la derecha".

A callar

En ABC, la gansada corre a cargo del chiripitifláutico Ignacio Ruiz-Quintano. "¡Silencio, cotorras!", titula el producto de su graforrea, donde el único fragmento medio inteligible es el que sigue: "Este ruido de la controversia nuclear alrededor de la central del Japón es remedo idiota de la controversia ingenieril alrededor de la 'Sirena varada' de Chillida en el madrileño puente de Juan Bravo". Desde el piso de arriba del vetusto diario, Ignacio Camacho traduce: "El ventajismo antinuclear es clamoroso. La demencial agitación apocalíptica casi obliga a aclarar que ha sido el tsunami el causante de la avería, y no al revés". Gracias, eminencia, en nombre de todos los ignorantes.

Carlos Dávila, que ya se lució ayer en la pasarela pronuclear, prefiere dedicar su diaria invectiva de La Gaceta al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Unos piernas, según él: "El Tribunal compuesto de letones, estonios y cosas así, ayudados por López Guerra, que es como si Benito Floro ayuda a Mourinho. El Tribunal ha dictaminado que España tortura y nuestro Rey es el jefe de los torturadores. Con dos". Y en el editorial del papel intereconómico, bajo el título "Estrasburgo se equivoca", dosis de recuerdo: "Un moldavo, un armenio, un rumano y un eslovaco fallaron a favor de Otegui". ¿Y?

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