Versión Libre

Rajoy sella su futuro con Camps

Rajoy ha demostrado que es un hombre de palabra. Al menos con Francisco Camps. Hace casi dos años, cuando irrumpía el caso Gürtel, el líder del PP prometió a su barón en un mitin en la plaza de toros de Valencia: "Siempre estaré detrás de ti, o delante, o a un lado". Ayer, en el mismo escenario, cumplió su compromiso y dio un entusiasta espaldarazo al president de la Generalitat en su pretensión de revalidar el cargo en las elecciones autonómicas del próximo domingo. Algunas cosas han cambiado entre aquel mitin y este: Camps está hoy imputado de un presunto delito de cohecho pasivo por haber aceptado regalos del cabecilla de la trama Gürtel, y en las listas electorales del PP valenciano, que preside, figuran al menos diez implicados en distintos escándalos de corrupción. Sin embargo, Rajoy ha decidido obviar estos detalles y ha avalado con su presencia una forma de entender la política que colisiona con los principios éticos elementales exigibles en una democracia. Más allá del caso de los trajes, Camps tiene la responsabilidad política de haber permitido la expansión de la corrupción en su Comunidad, con el coste elevado que ha acarreado a las arcas públicas, y, lejos de mostrar el menor propósito de enmienda, ha reaccionado con una soberbia inaudita, mofándose de las críticas y premiando a los corruptos, convencido de que su más que probable victoria en las urnas depurará sus responsabilidades. Al avalar a Camps, Rajoy queda hipotecado y sin autoridad moral para reclamar, como hizo ayer, respeto hacia los políticos a los ciudadanos que estos días se manifiestan en las calles por una mejor democracia.

Más Noticias