El general Gadi Eizenkot, de 54 años, es el nuevo jefe del ejército israelí. Su elección ya la ha confirmado el ministro de Defensa, Moshe Yaalon, y el nombramiento se formalizará el próximo 15 de febrero.

Eizenkot servía hasta ahora como número dos, y es natural que el proceso de selección que se ha llevado a cabo en los últimos meses, haya terminado de esta manera.

Como es de esperar, su currículo es muy completo, y la prensa hebrea lo ha reproducido muy detalladamente. No obstante, no se ha hecho hincapié en un dato muy relevante. De hecho, no he sido capaz de encontrarlo en ninguno de los medios que he consultado.

Y es que el general Gadi Eizenkot ha pasado a los manuales de historia militar contemporánea como el principal referente de la llamada "Doctrina Dahiya".

Eizenkot fue jefe de operaciones durante la segunda guerra de Líbano de 2006, cuando el ejército israelí destruyó todo tipo de infraestructuras y áreas civiles en ese país. El castigo más duro se lo llevó el barrio de Dahiya, en el sur de Beirut, poblado mayoritariamente por chiíes, de donde toma nombre la doctrina, que quedó literalmente arrasado.

Dos años después Eizenkot declaró: "Lo que ocurrió en el barrio de Dahiya de Beirut en 2006 ocurrirá en cada pueblo desde el que se dispare contra Israel (...) Aplicaremos fuerza desproporcionada sobre él y provocaremos un gran daño y destrucción. Desde nuestro puesto de vista no hay poblaciones civiles, son bases militares. (...) No es una recomendación. Es un plan que ya ha sido aprobado. No se mostrará clemencia cuando tengamos que golpear la infraestructura nacional de un estado que, en la práctica, está controlado por Hizbolá".

Esta misma doctrina la ha aplicado Israel antes y después de que fuera descrita por Eizenkot con tanta precisión. La última vez en la Franja de Gaza durante la invasión del verano pasado. En todos los casos el número de víctimas civiles ha sido muy elevado, pero ello forma parte esencial de la Doctrina Dahiya. En términos militares la Doctrina Dahiya equivale a reconocer que se cometen crímenes de guerra a discreción.

El nombramiento de Eizenkot confirma la tendencia cada vez más radical de todos los estamentos del Estado, que a su vez son consecuentes con la involución que experimenta el conjunto de la sociedad israelí.