Cartas de los lectores

4 de noviembre

Una derrota para Estados Unidos
La pérdida de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes de EEUU supone también un retroceso en el que la nación es la mayor perdedora. Tampoco es nada nuevo en una sociedad carente de sentido colectivo, de ahí que los vencedores en las elecciones legislativas hayan sido los que han provocado la peor crisis de su historia. ¿Acaso el presidente de EEUU es culpable de la especulación, de la desregulación del Estado o del negocio de la sanidad privada?
Después de dos años en Washington, Barack Obama ha impulsado las medidas de su proyecto electoral, muchas de ellas con un carácter impopular porque tocan algunos de los cimientos más acartonados de su Constitución, donde el papel del Estado ha perdido peso en la nación favoreciendo los intereses de pequeños grupos de poder. Obama ha intentado restaurar la cordura pero al final él mismo ha sido boicoteado.
Luis Enrique Dorado / Madrid

La especulación conlleva corrupción
Es sorprendente que una sociedad castigada por la crisis a la que nos han llevado las políticas neoliberales apoye mayoritariamente a los políticos que crearon la burbuja inmobiliaria en España.
Vivimos en una sociedad plural, pero también muy propensa al olvido. Pocos recuerdan ya que el Partido Popular gobernó y sacó adelante la ley de la liberación del suelo y de las viviendas con la que se han enriquecido los especuladores inmobiliarios. Somos los ciudadanos quienes sufrimos ahora las consecuencias de aquella decisión con la crisis. Además, muchos de los que apoyaron dicha ley están inmersos en supuestos casos de corrupción.
No nos acordamos de los que nos llevaron a esta situación. En cambio castigamos al Gobierno actual porque se está endeudando para no dejar a nadie tirado en la cuneta sin cobertura social.
Joaquín García Mayo
Getafe (Madrid)

Capitalismo y pobreza,
un problema estructural

Los datos de la última encuesta de condiciones de vida elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) establecen que algo más del 20% de la población residente en España vive en condiciones de pobreza relativa y hay quien considera que estos datos son una consecuencia de la actual situación económica. Nada más lejos de la realidad.
Si analizamos los datos de los años en los que la economía, según algunos, iba bien, veremos que el INE barajaba datos similares. Así, la encuesta de 2003 establecía que faltaban unas décimas para llegar al 20% de personas que vivían en condiciones de pobreza.
Si ante situaciones económicas tan dispares la pobreza afecta a una quinta parte de la población española, es más que evidente que no es la actual crisis capitalista la que genera este grave problema, sino el propio sistema capitalista.
Si queremos dejar de ver este tipo de datos, lo más importante es destruir este sistema que lleva a millones de personas en España, en Europa y en el resto del mundo a vivir en pésimas condiciones, y sustituirlo por otro en el que la lógica del beneficio deje de ser su razón de ser y que se rija por objetivos que permitan lograr una sociedad sin clases.

Coque López de Santa María
Madrid

El retorno de los inmigrantes, ¿voluntario?
Para promover el retorno de los inmigrantes a sus países de origen se les proporciona: el billete de vuelta, 50 euros de bolsillo, entre 400 y 500 de gratificación y todo lo necesario para desplazarse si están enfermos discapacitados o inválidos; a cambio, se comprometen formalmente a no volver en tres años. Es el retorno voluntario en España, que se plantea como un servicio social específico llevado a cabo por ONG interpuestas para no manchar las políticas oficiales de integración. Este año ya se han hecho dos convocatorias.
Primero incorporamos trabajadores a un mercado muy específico, segmentado y precarizado (peones de construcción, de transporte y de comercio, servicio doméstico, hostelería, servicios personales...) y, con la burbuja económica desde 1994, intensivo en mano de obra, desregulado y sin protección social. Se lo pusimos realmente difícil a estos trabajadores extranjeros para que consiguieran su arraigo a través del trabajo cotidiano bien hecho. Y ahora nos sobran.
Con la perspectiva de los Derechos Humanos este tipo de convocatorias roza la ilegalidad, ya que propone soluciones diferentes, en función del lugar de origen, para superar situaciones humanas y sociales que, aunque sean desesperantes, son absolutamente idénticas para autóctonos y foráneos.
Luis Fernando Crespo Zorita
Alcalá de Henares (Madrid)

Las diferencias entre inmigración propia y externa
Cada vez son más los jóvenes españoles que, debido a la escasez de ofertas de trabajo o a las precarias o decepcionantes condiciones de muchas de las existentes, acaban tomando la decisión de coger la maleta y poner rumbo a otros países con la esperanza de encontrar un entorno laboral y social que, supuestamente, les facilite y proporcione la posibilidad de crecer y desarrollarse profesional y personal, es decir, un futuro con expectativas más halagüeñas.
Por ello, antes de ofrecer un trato descortés, despectivo o injusto a las personas que, buscando mayor prosperidad y calidad de vida, llegan a España tras alejarse de sus países, es conveniente valorar si se desearía una actitud recíproca en el caso de que los inmigrantes fuéramos nosotros o nuestros hijos. ¿Existe mayor proporción de
deshonestidad, pereza o incivismo en la inmigración externa que en la propia?
La inmigración no es en sí misma un fenómeno peligroso y destructivo, pues parece ser que hace miles de años que el homo sapiens salió del continente africano para encontrar nuevos escenarios y oportunidades.
Y aquí estamos.
Alejandro Prieto Orviz
Gijón (Asturias)

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