Cartas de los lectores

03 de agosto

¿Efecto Rubalcaba o efecto PP?
Hay quienes atribuyen la disminución de la distancia que separa al PSOE del PP en intención de voto al ‘efecto Rubalcaba’. Sin descartarlo, yo estimo que influye cada vez más el hecho de que la ciudadanía está empezando a experimentar los efectos reales de la política de un crecido PP que ahora atenta abiertamente y sin complejos contra su bolsillo e incluso contra su salud, recortando hasta la sanidad.
Con tales actuaciones, la minoría decisiva que dejó de votar al PSOE el 22-M por sus grandes errores y debilidades, empieza a sentir y reconocer, aunque sea de mala gana, que la única alternativa que existe es todavía peor. Y no hay más: tertium non datur al PSOE y PP, al menos hasta que sean críticos de verdad y comprendan que la única medida eficaz es la que presente una alternativa real, que sea puesta en marcha de forma creíble.
Martín Sagrera
Madrid

La actual perversión de la idea de Estado
El concepto actual de Estado surgió al calor de las ideas ilustradas de finales del siglo XVIII como una entidad que sirviera para regular, lo menos injustamente posible, la convivencia social de los ciudadanos y minimizara las diferencias económicas entre sus integrantes. Eso, al menos, en teoría. Dos siglos y medio después nos encontramos en la práctica con un Estado que ha dejado de ejercer sus funciones de distribuidor equitativo de las riquezas del país, por más que se consagre en la Constitución la subordinación de estas al bienestar social. Nos encontramos con una entidad política afanada en la defensa de los intereses de los mercados especuladores y de los poderosos. Su preocupación por el bienestar social de los ciudadanos se ha convertido en mero papel mojado. El Estado se ha transformado en el brazo ejecutor de mercados, agencias de calificación, algunas entidades financieras, Fondo Monetario Internacional, etc. Los poderosos siguen ganando más que antes de esta crisis, mientras la ciudadanía ve cómo progresivamente va perdiendo derechos laborales, sociales, políticos y económicos en aras de una presunta estabilización que sólo defienden sus beneficiarios. El Estado, decididamente, ha pervertido los principios para los que fue ideado.
Javier Gutiérrez Herrador
Laredo (Cantabria)

La mala gestión del transporte público durante el verano
Los responsables de nuestros servicios ¿públicos? de transporte demuestran no hacer uso de los mismos si parten de la idea errónea de que Madrid se queda sin gente durante la época estival. Eso ya pasó a la historia hace bastantes años. ¿O es que no se dan cuenta de que actualmente los pocos que salen de vacaciones lo hacen durante una semana y los que siguen trabajando suelen cambiar su horario de trabajo y comienzan antes su jornada? Además, Madrid es una de las ciudades de España más visitadas por los extranjeros. La capital siempre está a tope de gente, por lo que el servicio debería potenciarse en verano, al menos en las horas punta, y nunca restringirse. No vale la excusa del ahorro en empleados no sustituyendo a los que están de vacaciones. ¿Así es como pretenden animarnos a dejar el coche en casa?
Y por si fuera poco, al mal funcionamiento actual del servicio se une la anunciada subida del billete sencillo en un 50%. Es sencillamente intolerable. Todos los sufridos usuarios del transporte público deberían solicitar la correspondiente hoja de reclamaciones e inundar cada día con ellas los correos de las oficinas de la EMT y el Metro, exigiendo la inmediata solución del problema.

Emilio Sancho Lozano
Madrid

Emergencias de segunda categoría
En 2008 no aparecieron anuncios del tipo: "Los bancos ya no pueden esperar más, haz tu donativo ahora". Los políticos no llamaron a los ciudadanos ni a las ONG para salvarlos. Los rescataron ellos mismos inyectando millones de euros públicos. Claro, era un asunto importante. En cambio, ante la emergencia alimentaria del cuerno de África, los políticos mandaron unos pocos fondos y dejaron que lo arreglasen las ONG. Después de todo, sólo se trataba de una emergencia alimentaria. Me pregunto qué pasaría si el papa se tomara la hambruna en serio y se pusiera a proclamar que lo que se debía hacer por Somalia es lo que hizo Jesús por el samaritano.
Quizás la humanidad emprendiera por fin una lucha seria contra las hambrunas, las injusticias e incluso contra el calentamiento.
Pablo Osés Azcona
Fuengirola (Málaga)

El verdadero paisaje desolador en Madrid
Recientemente estuve en Madrid, y el paisaje urbano que me entristeció no fue el ofrecido por el mosaico de tiendas de campaña instaladas en el Paseo del Prado por las marchas del Movimiento 15-M, sino la imagen de decenas de chicas con rostro de hastío ofreciendo su cuerpo a cambio de unos euros en una céntrica calle cercana al campamento. ¿No es paradójico que un movimiento que persigue la extensión del bienestar común sea considerado un incordio mientras que se acepta con total naturalidad tal indignidad y sometimiento femenino? Contemplar en las calles, parques y jardines a grupos de jóvenes que sueñan, dialogan y debaten acerca de cómo construir un mundo más justo y amable es, sin ningún género de dudas, mucho más alentador y gratificante que verlos concentrados tratando de ser elegidos para participar en, por ejemplo, penosos programas televisivos.
Alejandro Prieto Orviz
Gijón (Asturias)

Más Noticias