Cartas de los lectores

10 de mayo

Piratería informática
La presión ejercida sobre los gobiernos por los diversos sectores, que ven alterado su estatus económico debido a la denominada piratería o descarga ilegal de contenidos a través de Internet, comienza a tener los efectos deseados y aclamados: establecimiento de leyes para controlar y castigar a los millones de piratas clandestinos que cometen semejantes actos de barbaridad, insensibilidad e irresponsabilidad ciudadana. Una vez más, el camino emprendido no es la revisión y corrección del sistema, sino la protección o defensa de las
diferencias.
O sea, continuar favoreciendo una decorosa y moral dinámica social que, por ejemplo, premia a una persona con una retribución de 25 millones de euros por el trabajo desempeñado en una película, cuando el salario medio anual de los trabajadores en este país no sobrepasa los 23.000 euros o cuando 1.000 millones de ciudadanos en el mundo viven con menos de un dólar al día. ¿Dónde reside la piratería?
Alejandro A. Prieto/Gijón (Asturias)

Indecente
La presidenta de la CAM, Esperanza Aguirre, ha dicho que es indecente que, mientras la inflación es -1%, los funcionarios, además de tener plaza fija, tengan una subida salarial del 5% (gran mentira, por cierto). Me gustaría explicarle lo que considero indecente. Indecente es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 euros al mes y el de un diputado 3.996, pudiendo llegar, con dietas y otras prebendas, a 6.500.
Indecente es que un catedrático de universidad o un cirujano de la Sanidad pública ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera. Indecente es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca.
Indecente es comparar la jubilación de un diputado y la de una viuda. Indecente es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste con siete, y los miembros del Gobierno, para cobrar la pensión máxima, sólo necesiten jurar el cargo. Indecente es que los diputados sean los únicos trabajadores de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del Irpf.
Indecente es colocar en la Administración a miles de asesores, amigotes con sueldos que ya desearían los técnicos más cualificados Indecente es que sus señorías, cuando cesan en el cargo, tengan un colchón del 80% del sueldo durante 18 meses.
José Miguel Gómez /Cantabria

Por el ‘software’ libre
En cualquier momento, pero aún más en época de crisis, se debería optar por la elaboración de reglamentos para la implantación de una política pública que fomente la utilización de software libre y estandarizado a nivel institucional, como ya han hecho con éxito diversas administraciones y organismos.

Estimular el uso de suites ofimáticas gratuitas en instalaciones públicas permitiría a las administraciones competentes el ahorro de los gastos derivados del pago de derechos de autor en suites ofimáticas de pago y eliminaría la dependencia de las multinacionales que desarrollan dicho software.
Cualquiera debería poder crear un archivo en un centro público y abrirlo en su ordenador sin necesidad de tener instalada en el mismo una suite ofimática de pago. Me niego a aceptar semejante
imposición.
Abel Díez de Lucas/Alcobendas (Madrid)

Los cien días de Obama
El futuro sigue incierto, sólo ha cambiado la imagen. Bush representaba el terror, la obediencia ciega a los halcones del Pentágono y a Wall Street con toda su negra sombra. Obama es el heredero de una crisis provocada, una masacre como la de Irak, las torturas de Guantánamo, la persecución del fantasma de Bin Laden y el apoyo a Israel en su guerra en Palestina.
Obama da la impresión, con sus palabras de concicliación, de que va a realizar lo prometido en su campaña electoral, pero sólo vuela en ámbitos oficiales, para la diplomacia y los grandes economistas de la Bolsa.
Una cara risueña no da de comer a millones de pobres y desplazados ni consigue el fin de una crisis galopante. Creo que Obama no encara el problema con decisión, está amedrantado por los intereses del Pentágono y Wall Street. Para salir de esta maraña se necesita el esfuerzo del capital, que no está por la labor.
Manuel Caballé Cantarino/Mondariz (Pontevedra)

En estado bruto
Il Cavaliere nos sorprende cada vez más manifestando su auténtica naturaleza en estado bruto. A su presumible vinculación con la Cosa Nostra, su querencia hacia la corruptela y la persecución racial de los gitanos e inmigrantes en su territorio, hemos de añadir su comportamiento machista y vejatorio hacia las mujeres.
Su afición a los escarceos amorosos y a las galanterías groseras, que pretenden ser simpáticas, son datos concidos por la opinión pública italiana, que perdona los devaneos de su presidente. Y, a pesar de habérsele acusado de andar con menores y de que su mujer le pidiera el divorcio sacando la artillería a la palestra, en un país tan católico como Italia Berluconi sigue teniendo la confianza de la mayor parte de sus compatriotas.
Pero esto no debería causarnos el menor estupor por estos lares, donde, en comunidades como la de Madrid, la valenciana o en nuestro propio territorio aragonés, los escándalos y los personajes más carpetovetónicos están a la orden del día ante la pasividad ciudadana, que decide que, al final, todos son la misma cosa y no se moja.
Ana Cuevas Pascual /Zaragoza

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