Cartas de los lectores

19 de diciembre

Final feliz para Aminatou Haidar
La huelga de hambre de Haidar se ha resuelto satisfaciendo plenamente los anhelos de la activista saharaui y los de todos los que defendemos la legalidad democrática. La resolución de este conflicto ha de tener, necesariamente, su correlato en la definitiva descolonización del Sáhara Occidental en los términos marcados por la ONU.
Es de suponer que el trabajo realizado por la diplomacia española haya dejado un protocolo que permita llevar a cabo el referéndum en un breve espacio de tiempo. A la espera de que esto suceda, lo primero que deberíamos de hacer es agradecer al Gobierno el empeño que ha puesto en resolver la crisis abierta en Lanzarote y felicitarle por su rotundo éxito.
En segundo lugar, felicitar a Haidar por haber conseguido que le devolvieran su pasaporte, con el que ha podido reencontrarse con su familia en El Aaiún sin perder su dignidad. Y también agradecer a Haidar sus sinceras muestras de agradecimiento al Gobierno, que son una excelente demostración de cortesía y calidad humana.
Mario López Sellés / Madrid

La oleada de humanidad hacia Haidar puede servir para salvar más vidas
Hay que celebrar que una masiva movilización de personas, ONG y gobiernos haya contribuido a salvar la vida de Aminatou Haidar, la activista saharaui expulsada de su tierra.
Esperemos que esa oleada de humanidad se extienda ahora a los muchos millones de inocentes que están en huelga de hambre permanente y forzosa, que por millares mueren cada día porque nuestros gobernantes se niegan a darles unas migajas de las multimillonarias ayudas que otorgan a los bancos para resolver una crisis económica de la que ellos mismos son los culpables.
Paula Rosales Muñoz / Madrid

Cumbre de Copenhague: algo está podrido en el Estado de Dinamarca
Como en Hamlet, se multiplican las denuncias de que "algo está podrido en el Estado de Dinamarca". Una reciente ley ha autorizado a la Policía danesa a detener a más de mil manifestantes en la Cumbre del Clima por si iban a cometer algo ilegal.
"Detención preventiva, democracia perdida", denuncian con razón. ¿Una UE política o policiaca?, se preguntan muchos ante esos abusos policiales.
El extremismo de los malos políticos, que se muestran tan incapaces de evitar hasta el deterioro físico de nuestros países y no nos dejan ni respirar un aire no contaminado, se ensaña contra los ciudadanos concienciados que protestan pacíficamente contra su incompetencia.
Esa creciente perversión política de tan malos dirigentes tiende a empeorar nuestro ambiente físico, social y político, favoreciendo toda clase de extremismos en un círculo vicioso de consecuencias incalculables.
Martín Sagrera, demógrafo / Madrid

La rebelión de los párrocos es una maniobra inútil
Los curas vascos que rechazan a su nuevo obispo, José Ignacio Munilla, pecan de ingenuos, porque la Iglesia es jerárquica, no democrática. Se rige por un sistema religioso y político un tanto extraño. Es una teocracia, es decir, el poder viene de Dios y se deposita en el Papa, quien ejerce la autoridad infalible y absoluta. Benedicto XVI elige de motu proprio a un sacerdote y le nombra obispo, y nadie puede quebrantar esa decisión.
El gobierno de la Iglesia no solamente mantiene estas diferencias ancestrales con la sociedad civil; las leyes, mandamientos y dogmas son de inspiración divina, infalibles y en su mayoría inamovibles.
Debido a ello, medir las decisiones de Roma y formular reclamaciones como si de una democracia se tratara obtiene nulos resultados. La Iglesia sólo entiende de deberes, no de derechos. De pecados, no de delitos. De penitencias y excomuniones, no de justicia y reinserción social. Además, las mujeres están discriminadas, postergadas y tienen nula esperanza de que puedan ser consideradas bajo los mismos parámetros que los hombres. El Dios de los católicos es inamovible y sus bienes no son de este mundo. Hay que rechazar los derechos democráticos y a ser felices, porque el premio está en el más allá. Los curas vascos saben esto muy bien. Y saben que su reino no es de este mundo. Y que el nacionalismo sólo se contempla en el éxodo de los israelitas, que no los israelíes, nacionalizados en el pueblo elegido de Israel. El País Vasco, para el Vaticano, es una provincia del sacro imperio romano.
Pedro Taracena Gil /  Madrid

Fea discriminación de un grupo de alumnos chinos en el Palacio Real
El miércoles pasado fuimos a ver el Palacio Real con un grupo de alumnos chinos del IES Pío Baroja de Madrid, visita concertada desde hacía más de una semana.
Al pedir un guía, como todos los años, nos dicen que no hay. Protestamos, lógicamente, y el empleado responde: "Son chinos y no se van a enterar".
Insistimos, indignados, en nuestra protesta, y nos ofrecen un guía para más de tres horas después de la cita
concertada.
A esto le llamo yo trato discriminatorio y absolutamente incorrecto por parte de alguien que trabaja de cara al público.
Sólo espero que nuestros alumnos no fueran conscientes de lo que ocurrió.

MªLuisa Conde Olasagasti / Madrid

El código de autorregulación de la TV no ha servido de nada
En 2004 el Gobierno y las principales televisiones firmaron un código de autorregulación para la protección de la infancia. Hoy día es evidente que, entre las 6 y las 22 horas, se emiten programas con escasos valores positivos. Me refiero a los grandes hermanos, diarios de Patricia, sálvames o los informativos, especializados ya en sucesos y ensañamiento.
Que las televisiones sigan incumpliendo sus promesas debe importar a muchos
padres y madres.
Yo he optado por permitir a mi hijo ver sólo DVD. De este modo lo exponemos sólo a contenidos aceptables y le evitamos mucha publicidad. ¡Ciao, televisiones tramposas!
Antoni Fernández / Barcelona

El desorden ético y el desequilibrio económico del Primer Mundo
Estamos a las puertas de padecer las dramáticas consecuencias derivadas de un cambio climático provocado o acelerado por la actividad humana, y las dificultades para alcanzar un consenso revestido de sensatez residen en el ritmo de desarrollo industrial y tecnológico y en las diferencias existentes entre naciones o continentes.
Por una parte, los países ricos ni desean ni están preparados para asumir una ralentización del actual y desaforado consumo. Por otra, los pueblos que viven en la parte baja de la pirámide de la desigualdad tienen el objetivo (y el derecho) de ascender a cotas más altas.
No es acertado ni posible tener una televisión u ordenador en cada habitación de la casa, varios coches por familia, una vivienda habitual y otra para ir pasar unos días, armarios repletos de atuendos de tres o cuatro usos, etc. Tampoco es justo que millones de personas tengan que continuar atascados en el fango de la hambruna, la enfermedad y la pobreza.
¿Pueden tener los efectos anhelados y necesarios para el medioambiente las cumbres que soslayan y evitan la creación de una hoja de ruta que trate de poner alternativas al desorden ético y al desequilibrio económico reinante?
Alejandro Prieto Orviz / Gijón (Asturias)

Sobre la retirada de crucifijos en los colegios públicos
El artículo primero, apartado 3 de la Ley Orgánica 7/1980 de Libertad Religiosa dice así: "Ninguna confesión tendrá carácter estatal". Convendrá conmigo, señora De Cospedal, en que con la palabra "ninguna" los legisladores querían decir eso, ninguna.
Puesto que el crucifijo es el símbolo más representativo de una religión concreta y al Estado corresponde la función de la enseñanza, dígame:
¿Por qué se enfada usted tanto si el Gobierno estudia la posibilidad de retirar los crucifijos de los colegios
públicos?
¿No es eso precisamente lo que debe hacer para ir cumpliendo con la ley?
¿O prefiere que no la cumpla en este caso concreto por alguna razón especial?
Enrique Chicote Serna / Arganda del Rey (Madrid)

Los miles de voluntarios que prestan ayuda a otros países no son noticia
A través de los siglos siempre ha habido quien, aprovechándose de su puesto profesional, político o familiar, se ha comportado como corrupto y criminal y no le ha importado el bien social ni ha visto a los demás como personas.
Este hecho es difundido y cacareado por periódicos y sale diariamente en las noticias en televisión creando un clima de "todo va mal" angustioso.
Sin embargo, no se habla de los miles de voluntarios que, a través de sus ONG o Cáritas, ayudan y prestan servicio a tantos países desfavorecidos y tienen como objeto lograr una sociedad más solidaria.
Estos no son noticia a menos que los secuestren. Una pena. ¡Son tan importantes!
Asunción Villalonga / Barcelona

Más Noticias