Punto de Fisión

Mariano ante el paro

Para celebrar que el año pasado bajaron las cifras del paro, los fontaneros de Génova han desempolvado una vieja fotografía que Mariano se hizo ante una oficina de empleo en tiempos de Zapatero, va ya para cinco años. Es una imagen que, cuanto más la miras, más miedo da: la versión española del plano final de El resplandor, cuando se descubre a Jack Nicholson embutido en una vieja fotografía en sepia, rodeado de fantasmas, una fotografía tomada en una fiesta que tuvo lugar en 1921 en el salón principal del tenebroso hotel Overlook. "Jack, usted siempre ha estado aquí".

En la foto promocional de "Mariano contra el paro" se ve al actual presidente en primer plano y detrás una cola de gente esperando para entrar. Lleva una gabardina marrón, el cuello subido, las manos en los bolsillos y un gesto ceñudo y avizor, como si fuese un detective empeñado en resolver el difícil caso del empleo. "Sí, sí, sí, sí, Watson, el empleo está por aquí. Sólo hace falta encontrarlo". Durante tres años y pico, desde que está al frente de la investigación, el inspector Mariano no ha parado de buscar a ese escurridizo criminal: el empleo. Lo ha perseguido por todas las maneras y métodos conocidos, e incluso improvisando algunos de su propia invención, desde jugar con las cifras y estadísticas hasta borrar a parados del INEM, desde crear empleos basura hasta mandar a la basura el empleo. También es muy socorrido lo de sacar otra vez la foto en verano y en navidad, que es cuando más trabajos temporales hay, para guardarla de inmediato según llegan febrero y septiembre. Es el equivalente policial del "alguien ha matado a alguien", la indirecta con la que Gila desmoralizaba a Jack el Destripador en el ascensor de un hotel de Londres. A la postre todo se resuelve en una borrachera de números. Si hay 25.000 parados más y casi 500.000 cotizantes menos, el paro tiene que bajar por fuerza. Elemental, querido Watson.

Con todo, lo más efectivo para resolver el problema del empleo, es enviar a los jóvenes a buscarlo al extranjero. Es otro método de investigación infalible, como esos comisarios que organizan redadas entre los delincuentes habituales, rastreando las chabolas y los barrios pobres. No va a perder tiempo y recursos el comisario enviando a sus muchachos a registrar el despacho de un alcalde o, ya puestos, la tesorería de un partido político. Al extranjero Mariano está enviando por toneladas jóvenes con idiomas y estudios, cuanto más preparados mejor, porque para encontrar empleos de mierda, puestos temporales de camareros y mucamas, aquí ya hay de sobra.

Si uno se fija atentamente en la foto de "Mariano contra el paro", no dejará de advertir que en ella cada vez hay menos gente y más fantasmas; que, aunque esté hecha en color, cada vez parece más sepia, más antigua y más negra. En cuanto la desempolven para ilustrar dos estadísticas más, la foto rebasará la edad de la fiesta del Hotel Overlook para adentrarse en los abismos del siglo XIX. Mariano, usted siempre ha estado aquí.

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