Desde lejos

Los tibios expertos del Valle

Serán expertos, no lo dudo, pero desde luego sus conclusiones son de una tibieza sorprendente: a lo máximo que han llegado es a proponer el traslado de los restos de Franco si la Iglesia lo acepta. ¿La Iglesia...? ¿Es la Iglesia entonces la dueña del destino del cadáver de un dictador, corresponsable de una Guerra Civil sangrienta como pocas y responsable absoluto de centenares de miles de asesinatos, millones de exilios, penas de cárcel y otras brutales formas de represión, y largas décadas de oscurantismo y miseria material e intelectual?

Al final resulta que el dictador y su principal sostén siguen unidos en pleno siglo XXI, 36 años después de su muerte. Inaudito. Mucho más cuando, para colmo, el Valle de los Caídos no es propiedad de la Iglesia, sino de todos los ciudadanos españoles a través de Patrimonio Nacional. Claro que ya era inaudito que la tumba de Franco haya permanecido todo este tiempo ahí, en un lugar de titularidad estatal y símbolo perfecto de todo el horror de la represión que provocó su régimen.

Parece, en efecto, que a los expertos se les ha olvidado recordar cómo se construyó ese edificio monstruoso (estética y éticamente): lo hicieron los presos republicanos del campo de concentración de Cuelgamuros, sometidos a condiciones casi de esclavitud. Lo único digno que se puede hacer con un lugar así es sacar de él la momia del Jefe de los Verdugos y convertirlo en un museo sobre la historia de todo aquel horror. Pero me temo que ahora que el PP llega al Gobierno, ese espacio execrable permanecerá intacto, como si todo hubiera estado atado y bien atado, ya saben.

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