Tierra de nadie

El referéndum del cannabis

Además de elegir al sucesor de Terminator, al que ya le cumplen las pilas, los californianos votarán en noviembre si legalizan el consumo recreativo de marihuana, una vez presentadas las 434.000 firmas necesarias para someter la propuesta a referéndum. En caso de aprobarse, se permitiría a los mayores de edad la posesión de hasta 30 gramos para uso personal y el cultivo de algo más de dos metros por vivienda o parcela. Pero lo más importante es que el Estado podría imponer a su comercialización un impuesto especial semejante al del tabaco, con el que, según diversos cálculos, ingresaría alrededor de 1.000 millones de euros al año. California está en quiebra y hasta Schwarzenegger, que es un Mayor Oreja con muchos bíceps, está a favor de la legalización, una posición mayoritaria, a tenor de las encuestas.

En España, como es conocido, se considera delito la compra-venta pero está consentido el consumo y hasta la tenencia y cultivo de hierba para uso personal, quedando a criterio del juez qué cantidades exceden de dicho uso. Ello no impide que cada año más de 200.000 personas sean multadas por fumar un porro en la calle o llevar una china en el bolsillo. Dentro de la legalidad, se administra con fines terapéuticos a algunos enfermos de cáncer o pacientes en estado terminal, donde se ha demostrado eficaz como paliativo a sus dolores.

Aunque experiencias como la holandesa demuestran que la legalización no eleva el número de consumidores ni constituye la antesala para acceder a drogas más duras, la iniciativa californiana suena a ciencia-ficción. ¿Se imaginan que fuera posible en España reglamentar la producción y transformación de cannabis, estableciendo si fuera preciso límites a las superficies a explotar como se hace con los viñedos? ¿Podrían verse a sí mismos comprando en el estanco un paquete de maría perfectamente etiquetado, con su fecha de recolección y consumo preferente, el contenido en cannabinoides, el índice de psicoactividad y un mensaje del estilo "fumar hachís es malo para la salud"?

Sepan que a principios del siglo XX y comercializados por una compañía francesa se vendían libremente en farmacias cigarrillos con extractos de cáñamo índico para combatir el asma y la ronquera. Pero si de verdad son capaces de imaginar todo lo anterior es que alucinan.

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