Yo no sé qué clase de carta espera este periódico que se pueda escribir con 1.000 caracteres incluyendo espacios, salvo una nota telegráfica como ésta. Si no quieren oír ningún razonamiento medianamente elaborado, eliminen la sección.

JOAQUÍN GUTIÉRREZ CALDERÓN LA OROTAVA (TENERIFE)

Mi padre solía decirme algo que él siempre atribuyó a Montaigne (aunque no lo he encontrado nunca en los Essais). Según mi padre, una vez el escritor se disculpó diciendo: "Perdone, son varias páginas, pero es que no he tenido tiempo de hacerlo más breve". Einstein decía que, lo que uno no sabe explicarle a un chico de quince años, es que no lo entiende bien.

Lo fácil es escribir veinte páginas. Para "elaborar una idea", como usted dice, hay que hacer un esfuerzo para expresarla con menos palabras. De todas maneras, la mayor parte de las cartas que llegan superan los mil caracteres y muchas de ellas se publican con esa extensión.  A veces hay que acortarlas: en un periódico el espacio en página es el recurso escaso. Como a nadie nos gusta que nos enmienden la plana, recomendamos mil caracteres. ¿No se puede decir nada en mil caracteres? No lo creo. Yo escribo a diario una sección titulada "Papelera de reciclaje": 500 caracteres con espacios. Me basta para expresar una idea que a usted le parecerá mala o buena, por supuesto, pero le aseguro que, si la idea es de bombero, no es por culpa de la extensión: será que mi cabeza no da más de sí. Esta sección tiene, entre la carta y la respuesta, 2.670 caracteres. Será que yo soy más tonto, pero a mí me sobra espacio para decir lo que pienso. Hace muchos años que escribo en periódicos y siempre me ajusto (casi de forma obsesiva) a las matrices, palabras o caracteres que me piden. Creo que me ayuda a dar más fuerza a mis ideas y se lo recomiendo. Usted recordará el Libro de Aleixandre, donde el poeta declara que escribe "a sílabas cuntadas ca es grand maestría".

A usted quizá le parezca triste, pero hay cierta grandeza resignada en los límites. Como decía Borges: "Ser en la vana noche el que cuenta las sílabas". A mí me parece que el arte no es otra cosa que lograr hacer presente algo ilimitado con medios limitados. La realidad es simultánea, pero las palabras son sucesivas: por eso se trata de una empresa imposible. Y por eso yo tengo escaso aprecio por la transgresión: la rigidez de la forma es la naturaleza misma del arte. De hecho, por el propio bien de quienes envían cartas, yo propuse que sólo admitiéramos cartas en sonetos: para que usted tuviera que contar las sílabas y buscar una rima consonante, y no pudiera enviar más que catorce versos. No me hacen mucho caso: se conforman con el límite de mil caracteres. Así no vamos a ninguna parte, ¡todo vale!