Mi televisión y otros animales

Cruce de cables

El maldito J. J. Abrams lo ha vuelto a hacer. Sigo sin saber si es un genio de la televisión o no (seguro que ustedes me lo aclaran en los comentarios), pero lo que es seguro es que maneja el marketing como nadie. Con la posible excepción de Ana Rosa Quintana, cada uno en su estilo.

En la última televisión hay tendencia a crear lo que se llaman los 360 grados, que es la temperatura a la que hierve un programa o una serie en todos los medios posibles. El ejemplo más claro es Perdidos, que tiene material extra en su página oficial de Internet, podcasts, webs de las compañías ficticias que se mencionan en la serie, acciones de marketing de guerrilla, interacción con los internautas y los fans de la serie, etc. Otro pionero en estrategias 360º se refiere es Saber y ganar, con su presencia en la página de rtve y su incomparable dominio de las posibilidades del teletexto.

A la experiencia en Perdidos de Abrams hay que sumarle su labor de productor en Monstruoso (Cloverfield). Seguro que es mi mala memoria, pero no recuerdo que se gastaran ni medio euro en publicidad convencional y sin embargo arrasó en taquilla por medio mundo gracias a el ruido que consiguió hacer en Internet.

La nueva provocación es un señor calvo, y no me refiero a Nicholas Cage (oh, sí, Nick, aunque no lo creas, nos hemos dado cuenta). Los creadores de Fringe, incluido Abrams, y la Fox juegan con el espectador de su cadena a esconder al Observador, un personaje de la serie, por distintas emisiones de la cadena. Los más atentos han podido descubrirle entre el público de American Idol, las carreras de coches de Nascar e incluso en partidos de la NFL. Con el toque de genialidad que le añade que no haya habido ningún tipo de comunicación oficial sobre esta campaña.

Estas cosas me dan casi tanta envidia como el pelazo de John Travolta. Los directivos de nuestras televisiones creen que la agilidad mental de sus espectadores está a la altura de la de una marmota. Un juego de este estilo aquí daría lugar a una nota de prensa y a una pieza en el informativo de la cadena correspondiente. No olvidemos que estamos en un país en el que se confía tanto en la emoción de un concurso que las cadenas emiten una nota de prensa cuando alguien se lleva el bote. Me imagino a Matias Prats anunciando que el doctor Mateo ha sido visto en Antena 3 noticias (guiño, guiño) mientras Gonzalo de Castro se pasea por detrás.  Tengan en cuenta que vemos una televisión que considera un emplazamiento de productos sutil esto:

 Promo de Fuga de cerebros

Para ver el vídeo me clican aquí y se van al minuto 7:38

Los pocos crossovers o cruces de tramas que hemos tenido siempre han sido bastísimos. Más allá de la semisutil aparición del diario Crónica en los productos de Globomedia, la entrada de un personaje de otra serie va acompañada de un parón, como si le dijeran al público: "sí, es él, puedes aplaudir ahora". La narración deja de fluir y se pone en función de la promoción. ¿No sería estupendo que Iker Jiménez se dejara caer con toda naturalidad por la casa de Hay alguien ahí? ¿O ver algún personaje de Escenas de matrimonio acudiendo al Hospital Central? Aunque lo realmente bueno sería ver a Iker Jiménez investigando las matrimoniadas como fenómeno extraño en sí mismo.

Siempre lamentaremos que la competencia entre cadenas impidiera el planeado crossover entre Médico de Familia y Hostal Royal Manzanares. Y aunque no me crean, no es un chiste.

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