La trama mediática

Más togas rasgadas

memoria.jpgSegunda jornada triunfal de Baltasar Garzón en los medios que no hace tanto lo sacaban bajo palio. Como era previsible tras el apoyo recibido por sus compañeros de toga y puñeta, en esta ocasión la tunda fue a repartir con los que El Mundo bautizó en su editorial de ayer ‘Los intocables de la Audiencia’.

Si no querían taza Grande Marlaska y demás firmantes del documento que pedía respeto para su colega de la voz aflautada y el ego ancho, Pedro J. Ramírez les sirvió taza y tres cuartos: "Acostumbrados a comportarse como una aristocracia judicial con plaza vitalicia, estos magistrados de la Audiencia parecen estar ya convencidos de que, por su exclusiva jurisdicción sobre delitos de terrorismo, narcotráfico y crimen organizado, son tan intocables como los hombres de Eliot Ness", concluía el desquite.
Por la misma gruesa liana se deslizaba –a quién le extraña– Libertad Digital, que también en editorial, volvía a poner a Garzón a caer de 15 jamelgos, y dejaba el decimosexto para la magistratura en general por meterse a auxiliadores: "Para ello ha contado con la inestimable ayuda del desprestigiado y pastueño Poder Judicial que, desafiando la letra y el espíritu de la Ley, se mete donde no le llaman y pide abiertamente la mordaza para los periodistas que osan criticar a uno de sus miembros".

ABC, ausente –como ya señalamos– en la primera manga del raid contra el juez que veía amanecer, se apuntó ayer al segundo con un editorial donde, sin hacer mucha sangre con el dictador (¡ejem!) de autos y sentencias, profetizaba las consecuencias de la investigación que ha iniciado: "No tardarán en salir quienes acuciados por los posibles efectos electorales de la crisis económica culparán a la Iglesia y a los populares de querer encubrir los crímenes del franquismo y así volver a la crispación para correr un tupido velo sobre la gestión del Gobierno

socialista". Ajajá.

Sonrían, por favor

Basta ya de Garzón, que hay otros asuntos por los que reír con lágrimas. Por ejemplo, la visión sobre la asignatura Educación Para la Ciudadanía que daba ayer La Nación.es, nuevo juguete digital de Carlos Dávila: "Educación y relativismo equivale a hablar de círculo cuadrado. Si no existen el bien y el mal, si la ideología de género trata de decir que lo blanco es negro al borrar la más elemental de la distinciones –varón y hembra–, si la ética queda en manos del Estado, si no hay verdades objetivas... entonces no cabe hablar de educación, sino de repetición de consignas".
Dejen el gesto de asombro en sus rostros, que les seguirá siendo útil tras la lectura del párrafo final del lisérgico editorial de ayer de Ya.es, titulado ‘Don Mariano, céntrese’. Cópienlo por si tienen que escribir un manual de redacción periodística: "Por eso,  señor Rajoy, se lo decimos con todo el cariño que sabe que le profesamos: mida bien sus palabras, haga análisis más sosegados, no se precipite, olvide la estúpida
guerra de partidos, ignore a Pepiño Blanco, céntrese". Ya, que son ustedes los que se han quedado descentrados. Lo preveíamos.

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