La trama mediática

Intereconomía, la tele de choque

intertoro.jpgXavier Horcajo, mandarín de Intereconomía Televisión, puede sentirse satisfecho. Hace tres días sólo unas decenas de miles de espectadores captados a la derecha de la derecha de la Cope y un puñado de masoquistas como el que suscribe conocíamos esa barricada mediática levantada con los restos de serie –Dávila, Jiménez, Pí, Rojo, Cendoya, Durán– del integrismo aznarista. Hoy, sin embargo, el canal ha conseguido su salto a la fama gracias a una innovadora forma de promoción: mandar a unos fulanos sin rastro de escrúpulos a reventar un reportaje del programa de La Sexta Caiga quien caiga."Es absolutamente falso que hayamos boicoteado a la sobrina de Gabilondo", juraba el tipo, sin disimular el desprecio hacia la profesional acosada por sus camisas negras con micrófono. Unas horas después, sin embargo, comparecía encantado de haberse conocido en el programa más talibán de su cadena para confesar con suficiencia: "Es que aquí hay una cuestión casi casi personal entre La Sexta e Intereconomía". El imperdonable agravio consistía –¡atención!– en que un guardaespaldas de José Blanco empujó, presuntamente, a un cámara de Intereconomía en un restaurante donde el político socialista había coincidido con un directivo de La Sexta. O sea, que si ese día Blanco hubiera estado con Rajoy, habrían montado el cirio en Génova.

Antes de escupir tan peregrina justificación, Horcajo se recreó emitiendo el video donde sus gamberretes en nómina presumían de la hazaña. Ejercía como narrador un mengano que no parecía esforzarse mucho para poner voz de tonto del haba. La cosa empezaba así: "Ser sobrina de Iñaki Gabilondo no tiene precio. Con 32 años, esta muchacha, Estíbaliz Gabilondo, se ha convertido en la primera mujer de Caiga quien caiga, en la nueva marioneta televisiva de La Sexta, un títere utilizado por los directivos de la cadena amiga y regalada por el Gobierno para atacar a sus adversarios políticos. Les mostramos cómo el PSOE utiliza el programa de su privada preferida para neutralizar a sus contrincantes políticos".

Objetivo: tapar a Carlos Fabra

Luego, con el narcisismo que siempre pierde a los autores de una fechoría, dejaban ver cómo habían torpedeado con saña y chulería por arrobas a la reportera cuando esta pretendía entrevistar al presidente de la Diputación de Castellón y dirigente regional del PP, Carlos Fabra, envuelto en varias causas judiciales. Ahí quedó clara la misión que tenían los alborotadores acreditados por Intereconomía, y más aún, cuando, mostrando la impotencia de la periodista, el narrador de la voz regüeldosa remataba: "Ahora ya sabe lo que se siente cuando alguien es atosigado con incómodas preguntas".

Para sacar más brillo al discurso de los autoproclamados justicieros catódicos, el jerifalte Horcajo se travestía de Robin Hood al servicio de los políticos mancillados y los periodistas incordiados por CQC: "Han ganado mucho dinero con su show a costa del trabajo de otros, pero, ¿qué pasa?: que al burlador no le gusta ser burlado. Eso es lo que escuece y lo que pica". Ha nacido la tele de choque.

Más Noticias