Diario de un altermundista

ONG en las juntas de accionistas

Una de las últimas tendencias de trabajo de algunas ONG es el de incidir desde dentro del sistema. Entrando en las dinámicas de funcionamiento de los poderes políticos y también de los poderes empresariales. Intermón Oxfam, Setem o Justícia i Pau lo vienen haciendo con resultados nada despreciables, pero que deben valorarse bajo un punto de vista crítico, para no perder la razón de ser de tales intervenciones. Porque el principal objetivo de la incidencia accionarial es el de denunciar a Repsol, Inditex, BBVA o Banco Santander, entre otras, por sus negocios turbios por contaminantes, poco respetuosos con los derechos humanos o por beneficiarse del comercio de armas. Es decir, participar en la junta de accionistas de una multinacional no tiene el objetivo de intentar mejorar el funcionamiento de estas empresas, como si se tratara de su departamento de responsabilidad social corporativa (que suelen existir allá donde hay algo que ocultar). El objetivo de hablar frente a los miles de accionistas de una multinacional que juega sucio es denunciar en otro espacio más sus actuaciones, para conseguir más impacto mediático y llegar con más fuerza a la opinión pública, con una crítica amplia y global a estas empresas, no sólo enfocada a los efectos de sus actuaciones sino a su razón de ser. Si en algún momento la incidencia accionarial nos impide decir lo que pensamos o ayuda a mejorar la imagen de la multinacional que se quiere denunciar, deberíamos dejar de hacerla, antes de que nos conviertan en sus cómplices.

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