Diario de un altermundista

La revolución será feminista o no será

Hoy es el día de la mujer trabajadora, aunque hay quienes prefieren llamarle el día de la mujer, sin más, ya que el término trabajadora se suele asimilar a asalariada, cuando gran parte del tabajo de las mujeres no ha sido ni es correspondido con una retribución dineraria. El manifiesto unitario para el 8 de marzo, con el lema: nosotras, alternativas feministas, es una minuciosa lista de reivindicaciones por la igualdad, no solo de la mujer, sino de todos los seres humanos, que muestran que queda mucho camino por recorrer ante el machismo preponderante. Algunas de sus demandas son el reparto igualitario del trabajo productivo y reproductivo, igual salario entre hombres y mujeres ante trabajo de igual valor, una educación que custione activamente la estructura patriarcal y heterosexista y que incorpore los conocimientos y aportaciones de las muejres al mundo, el reconocimieto de las tareas de cuidado de personas y hogares, el derecho a una sexualidad libre y el derecho al propio cuerpo (exigen particularmente la despatologización de las identidades trans), el derecho a decidir sobre sus cuerpos y sus vidas en referencia principalmente al aborto, la separación de sexualidad y maternidad o respuestas específicas a la lesbofobia. La lucha feminista es hoy tan necesaria como siempre. ¿Cómo sería un mundo sin machismo? Es difícil imaginarlo, porque estamos muy alejados de él, pero además de ser un mundo en el que dejara de ser discriminada la mitad de la población -lo que ya sería suficiente razón para luchar por él- estoy convencido de que sería mucho mejor en todos los aspectos. Nota: no confundir feminismo con hembrismo. 

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