Antonio Baños

Esto no es un lip dub

La protesta que no molesta. Esta era la aspiración de la alianza entre la politiquería y la opinación nacional ante el 15M. La cosa debía ser temporal, de aire hippy y sobre todo, muy juvenil. Entonces uno se podría sacar de la manga el ya viejísimo argumento paternalista sobre la primavera, la utopía y esa tontería del 68. En insistir en que no moleste. Últimamente se había instalado un discurso, casi una cultura, del derecho absoluto a no ser molestado. Así, cada vez que se convocaba una manifestación o se iniciaba una huelga, los medios ultrademócratas corrían a entrevistar al usuario perjudicado o al vecino que no podía pasear por la calle donde se movían los manifestantes. Las causas de la protesta nunca eran especialmente destacadas. Hay que reformar el derecho a huelga para que no se disturbe a nadie. Limitar las huelgas a un día, Habilitar un manifestódromo lejos del centro urbano para que una protesta no impida nada a nadie. Estas eran las ideas que imperaba en el país antes del catacrack del 2008.

Pero, ay amigos, tenemos cuatro millones de parados, las pymes caen como espigas en agosto y los bienes básicos del estado, no ya del bienestar sino de la dignidad, ya se han anunciado domo "insostenibles". Y la gente no está para tonterías. A los políticos y la opinación, les encantaría que el 15M se dedicase ha hacer lip dubs, esa chorrada gigantesca por la que un colectivo se reivindicaba haciendo el ridículo; pero ya es tarde. Esto ya no es un protesta es la internacional de la dignidad. Porque no solo en Grecia y España está en la calle. En el Reino Unido, a la huelga del Servicio de Salud se le unirán en breve maestros y funcionarios. Y en los Estados Unidos, después del golpe de estado contra los trabajadores en Wisconsin, el runrún social comienza a ser más que audible. A mí me gustaría que la gente partidaria de los políticos, la que se siente orgullosa y cómoda del sistema, también saliese a la calle a defenderlo. ¡Viva la clase política! ¡Que sí, que sí, que sí me representan! Pero no están. Solo se tienen a sí mismos y las cosas no les salen como querían. No son jovencitos utópicos, hay hasta señores bomberos. Ya no les importa molestar, incomodar o impedir porque, se juegan la vida en ello. Ya no se arrodillan ante la palabra democracia porque la han hecho suya y la utilizan sin cobrar por ello. No, esto no será un lip dub.

Más Noticias