A ojo

La tortura

En su prólogo al informe "Nunca más", sobre los
desaparecidos bajo la dictadura militar en la Argentina, Ernesto Sábato cita una frase del general Dalla Chiesa en tiempos del secuestro de Aldo Moro por las Brigadas Rojas. A la propuesta de uno de sus hombres de que, para encontrar al ex primer ministro, se torturara a un detenido "que parecía saber mucho", Dalla Chiesa respondió: "Italia puede permitirse perder a Aldo Moro. No, en cambio, implantar la tortura".

La frase del general italiano contrasta con la que acaba de pronunciar el jefe de la CIA norteamericana, Leon Panetta, en respuesta a la pregunta de si los interrogatorios bajo tortura a los presos de Al Qaeda en Guantánamo fueron de alguna utilidad en la finalmente exitosa cacería emprendida contra Osama Bin Laden: "Obviamente, información valiosa se obtuvo a través de esa clase de interrogatorios". Y esta, a su vez, contrasta también con lo que el propio Panetta escribía antes de dirigir la CIA sobre esas mismas torturas de Guantánamo que, según una encuesta, eran aprobadas por nada menos que dos tercios de la población estadounidense: "¿Cómo –se preguntaba escandalizado Panetta– nos transformamos de campeones de la dignidad humana y los derechos individuales en una nación de torturadores de salón?". Y concluía su reflexión diciendo: "No podemos y no debemos usar la tortura bajo ninguna circunstancia. Somos mejores que eso".

Ya no, por lo visto.

Pero no sólo desde el punto de vista de la ética, sino también desde el de la práctica, tenía razón Panetta entonces, y no ahora. Porque el hecho de que a Estados Unidos, con el uso de la tortura en Guantánamo y en los "agujeros negros" de la CIA, le haya tomado diez años (y dos guerras perdidas) dar con el paradero del terrorista más buscado del planeta tiende más bien a probar que ese método no rinde muchos resultados.

En fin: el caso es que ahora se anuncia que Panetta va a ser nombrado por el presidente Barack Obama secretario de Defensa. Y que, para sucederlo a la cabeza de la CIA, Obama va a designar al general David Petraeus, que lleva varios años perdiendo la guerra de Afganistán como comandante de las tropas aliadas y perdió antes la guerra de Irak al frente de las norteamericanas. Y que el propio Obama se siente seguro de que va a ganar su reelección a la Presidencia.

No aprenden.

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