Balagán

Reconciliación palestina

El presidente egipcio Mohammed Morsi está particularmente interesado en que las dos principales organizaciones palestinas se reconcilien. Esta semana Morsi se ha reunido por separado con Mahmud Abás y Jaled Mashal en El Cairo, como preámbulo a una reunión directa entre los líderes de Fatah y de Hamas.

Un portavoz egipcio dijo ayer que las dos partes se han mostrado dispuestas a iniciar "inmediatamente" la reconciliación con la aplicación un acuerdo que concretaron hace 18 meses.

El acuerdo de 2011 estipula que las dos partes están dispuestas a reconciliarse y a hacer gestos de buena voluntad con el fin de que puedan celebrarse cuanto antes elecciones presidenciales y legislativas, y con el fin adicional de reformar la OLP de tal manera que Hamas pase a estar representada proporcionalmente en el máximo órgano palestino del interior y del exilio.

Hasta las elecciones, que de momento no tienen una fecha prevista, se debería hacer cargo de la situación un gobierno de independientes, es decir personalidades no vinculadas a Fatah o Hamas.

Sin embargo, el acuerdo de 2011 no se ha aplicado todavía a causa de los recelos que mantienen entre sí Hamas y Fatah, unos recelos naturales puesto que las dos organizaciones parten de posiciones que están muy alejadas y que parecen difíciles, si no imposible, de reconciliar sobre el terreno.

No solo parten de posiciones muy distantes, sino que sus objetivos también están muy alejados, especialmente en lo tocante a Israel, que Hamas no ha reconocido hasta ahora.

Sin duda, una hipotética reconciliación interpalestina sería más factible si Israel accediera a retirarse de los territorios ocupados, pero Israel, por el contrario, solo tiene interés en expandir más y más la presencia de sus colonos en Cisjordania, y muy particularmente en Jerusalén oriental, lo que puede hacer tranquilamente puesto que la comunidad occidental en la práctica le otorga carta blanca en ese sentido.

Aun así, son la desconfianza y el alejamiento de las posiciones de Hamas y Fatah los principales obstáculos para la reconciliación. El anuncio egipcio de que se va a empezar a aplicar "inmediatamente" el acuerdo de 2011 parece muy inocente. De todas maneras, habrá que esperar a ver si realmente se traduce en algo concreto o si una vez más su aplicación se va demorando con una excusa u otra, que es lo más probable.

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