Balagán

Percepciones

En ciertos ámbitos de Occidente existe la percepción de que Israel no quiere negociar con los palestinos la resolución del conflicto, pero esta es una percepción equivocada.

El primer ministro Netanyahu ha dicho muchas veces durante la pasada legislatura que sí que quiere negociar, y probablemente dice la verdad.

Ahora bien, lo que Netanyahu no quiere, bajo ningún concepto, es detener la construcción en los territorios ocupados y retirarse de Palestina.

Israel ha estado "negociando" casi sin interrupción desde la Conferencia de Madrid de 1991 y los acuerdos de Oslo de 1993, es decir desde hace más de veinte años. Netanyahu seguramente sería feliz si puede seguir negociando otros veinte años, cincuenta o cien años más, siempre que se le permita seguir construyendo en las colonias.

La formación del nuevo gobierno israelí que se ha discutido en las últimas semanas y todavía no se ha formado no permite albergar ilusiones. Las cosas van a seguir del mismo modo hasta que la comunidad internacional tome cartas en el asunto, lo que no parece que vaya a ocurrir por el momento.

Dirigentes del partido Habayt Hayehudi (La Casa Judía) han aclarado, para quien tuviera dudas, que de ninguna manera permitirán que Netanyahu congele la construcción en las colonias.

"La congelación no ha sido nunca una condición para la reanudación de las negociaciones con los palestinos ni lo va a ser en el futuro", indicó el lunes un líder de la Casa Judía. El mismo partido ha dicho que desde el gobierno promoverá la construcción israelí en Cisjordania.

El mayor peligro que hay por delante es una reanudación de las "negociaciones" en los términos que pretende Israel, es decir mientras las colonias se siguen consolidando.

Si Abás cede en este punto las cosas continuarán de la misma manera durante muchos años, de ahí que sea necesaria una enérgica intervención de la comunidad internacional cuanto antes.

Es descorazonador que la Casa Blanca haya dicho que el presidente Obama, que visitará la zona a partir del 20 de marzo, viaje a la región para "escuchar". Después de más de veinte años de "negociaciones" y de "escuchar", Estados Unidos debería cambiar una estrategia que solo ha servido para complicar más las cosas.

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