Balagán

Netanyahu no despide a Mandela

El primer ministro Binyamin Netanyahu no acudió a la multitudinaria despedida que un centenar de líderes mundiales brindaron ayer a Nelson Mandela.

En un primer momento la oficina de Netanyahu anunció que el primer ministro asistiría a los funerales, y así se lo comunicó oficialmente a las autoridades sudafricanas, pero unas pocas horas después se desdijo y lo justificó diciendo que el coste del viaje hubiera sido muy elevado para las arcas públicas.

Lógicamente, nadie en Israel se ha creído esta excusa y el asunto ha suscitado un sinfín de ironías.

Netanyahu le pasó la pelota al presidente Shimon Peres, pero éste enseguida se quitó el muerto de encima diciendo que su médico le desaconsejabs hacer un viaje tan largo a causa de una ligera indisposición, exactamente un resfriado.

En resumen, tuvo que ser el presidente de la Kneset, Yuli Edelstein, el que viajó ayer a Johannesburgo. Edelstein es un conocido ultrasionista que reside en una colonia judía en los territorios ocupados.

En los medios políticos y diplomáticos se da por seguro que ni Netanyahu ni Peres quisieron ser objeto de críticas y protestas en Sudáfrica por la ocupación de los territorios palestinos, aunque también se estima que la elección de Edelstein no corrigió el desaguisado.

Israel fue el principal sostén del régimen del apartheid y los dos países mantuvieron hasta la caída del régimen unas relaciones muy estrechas. Israel incluso jugó un papel crucial en el desarrollo de la bomba atómica por parte de Sudáfrica. Y no hay que olvidar que el padre de la bomba atómica israelí fue precisamente Shimon Peres.

En la actualidad las relaciones entre Israel y Sudáfrica son francamente tensas. En vida, Mandela denunció con frecuencia la ocupación israelí y hasta llegó a decir que la revolución sudafricana no se completará mientras no se rectifique la ocupación de los palestinos.

Las personalidades sudafricanas que visitan Israel y Palestina señalan, de una manera sistemática, que las condiciones en las que viven los palestinos son peores que las condiciones en las que vivían los negros durante el apartheid.

Con estos precedentes se explican fácilmente los motivos que han impedido el viaje de Netanyahu y Peres, aunque también debe señalarse que muchos judíos sudafricanos, a título personal, y a diferencia de lo que hizo el Estado de Israel, sí que combatieron el apartheid.

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