Balagán

Muerte en París, entierro en Jerusalén

Varios dirigentes israelíes, incluido el primer ministro Netanyahu, han pedido a los judíos franceses que abandonen su país y emigren a Israel.

El llamamiento se ha producido a raíz del doble atentado terrorista de la semana pasada en París, uno de ellos contra un supermercado kosher que ha causado la muerte de cuatro judíos.

El mensaje de Netanyahu ha suscitado agrias reacciones de varios líderes de las comunidades judías de Francia, que aseguran que este tipo de llamamientos, que se produce cada vez que hay un ataque antisemita en el viejo continente, repercute negativamente en las comunidades judías de Europa.

Israel es el Estado judío por antonomasia, el único lugar donde los judíos pueden vivir libremente, según dirigentes sionistas de prácticamente todas las tendencias, quienes una vez tras otra no paran de recalcar la condición judía de Israel.

Naturalmente, un Estado que se define a sí mismo como judío corre el riesgo de no ser igual de respetuoso con quienes no son judíos, y los ejemplos abundan en este sentido, por eso no es difícil encontrar a ciudadanos no judíos que se quejan de las numerosas discriminaciones que sufren a diario en todas las esferas de la vida.

Pero se quiera o no, Israel es el Estado judío, y no solo para los sionistas que viven en Israel sino para innumerables judíos que viven fuera del país.

Un ejemplo muy a mano de que es así lo encontramos en el atentado contra el supermercado kosher de París: las familias de los cuatro judíos muertos en este ataque han pedido que sus seres queridos sean enterrados en Israel. Y Netanyahu ya ha dado instrucciones a la administración para que agilice los trámites para el traslado de los cuatro cadáveres hasta el cementerio del monte de los Olivos, en el sector ocupado de Jerusalén.

Es natural que algunos líderes judíos de Europa hayan protestado por las declaraciones de Netanyahu, al fin y al cabo no quieren que les acusen de doble lealtad, a su Estado, en este caso Francia, y a Israel, pero la realidad es que es muy difícil ser judío en la diáspora y sentirse al margen de Israel, máxime cada vez que hay un atentado antisemita.

La Agencia Judía informó anoche que cientos de judíos franceses han acudido a una oficina ambulante que se abrió ayer en París para solicitar la emigración a Israel, y Netanyahu volvió a declarar por la noche que todos los judíos franceses que deseen emigrar serán bienvenidos.

Según la televisión hebrea, Francia pidió explícitamente a Netanyahu que no viajara a París pero el primer ministro, seguramente por motivos electorales, decidió acudir a la manifestación. En represalia, los franceses invitaron al presidente palestino Abás.

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