Buzón de Voz

Los cerdos no vuelan, pero engordan

A finales de los años setenta, cada vez que un ministro de UCD aparecía en televisión garantizando que no subiría el precio de la gasolina provocaba atascos inmediatos en las gasolineras. Escuchar ayer al vicepresidente Solbes asegurar que "los ahorros de los españoles no corren peligro" podría sembrar cierta alarma en las mentes más desconfiadas. Sin embargo, los datos objetivos dan razones sobradas para confiar en ese mensaje.

Hace exactamente un mes, el Financial Times describía las economías de Portugal, Italia, Grecia y España como cerdos (pigs, por sus siglas en inglés) que habían echado a volar con la entrada en la eurozona y ahora estaban cayendo a tierra, porque, como todo el mundo sabe, los cerdos no vuelan. Ayer, ese diario considerado como la biblia de la economía mundial aconsejaba a todos los bancos centrales que "aprendan la lección española", por la política rigurosa y previsora que ha seguido el Banco de España y que ahora permite al sistema financiero "capear mejor el temporal".
Por continuar con esa broma de mal gusto, conviene explicar que la clave consiste en que los cerdos no vuelan, pero engordan. Pese a las quejas de todos los banqueros españoles, aquí se exige a las entidades un fondo de reservas muy superior al establecido en cualquier otro país europeo ante cualquier riesgo. A fecha de julio pasado, ese fondo sumaba 50.000 millones de euros, un cerdo-hucha solvente frente a la morosidad y una obligación financiera que ha frenado a la banca española en sus tentaciones de correr aventuras similares a las de Estados Unidos. No compensaba jugar a las hipotecas basura puesto que había que engordar previamente la hucha de provisiones. Alguna lección había que sacar de los terremotos financieros que en su día provocaron Rumasa y Banesto. Lástima que ese control no se aplicara al ladrillo.

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