Cartas de los lectores

17 de agosto

Tomás Gómez y su posición ante Esperanza Aguirre
Tomás Gómez es un gran político que ha sido capaz de aglutinar en una todas las corrientes –que eran demasiadas– e integrarlas en la Federación Socialista de Madrid (FSM). Pero como máximo responsable de la oposición en la Comunidad de Madrid, no ha plantado cara a la presidenta Aguirre. Bien es verdad que él no es diputado, y su ausencia en la Asamblea de Madrid no le permite el debate directo en sede parlamentaria. Pero Aguirre tampoco es parlamentaria en el Congreso de los Diputados, y no ha escatimado ninguna oportunidad para recabar adhesiones y apoyos. Su crítica política –o más bien, su posición de defensa permanente– es un ataque continuo al Gobierno de España, consiguiendo así que todos los males que aquejan a los servicios públicos de los madrileños sean achacados a Zapatero, aunque las competencias estén bajo responsabilidad de la presidenta.
Nadie duda de la capacidad política del líder socialista madrileño, pero en esta plaza de Madrid, donde tiene la oportunidad de recibir la alternativa, se lidian toros de una ganadería de casta muy brava.
Pedro Taracena Gil / Madrid
Otra condena más para la Comunidad Valenciana
El Tribunal Constitucional acaba de condenar al Parlamento valenciano por no admitir ciertas preguntas sobre el caso Gürtel de los diputados del grupo Compromís, siendo la tercera condena que suma este parlamento por vulnerar los derechos de los representantes políticos. Si a esto le unimos la estrategia de acoso y derribo a jueces, fiscales y policías; la acusación al Gobierno central de persecución política; la recusación de jueces y magistrados en causas con imputados del PP; la complacencia con cargos públicos encausados, a los que no se les exige una mínima responsabilidad política; la llamada a la insumisión y al incumplimiento de ciertas leyes... parece lógico concluir que de aquel pacto político de 1978 del que emanó nuestra Constitución y todas sus instituciones, poco recuerdo y respeto le queda al Partido Popular de hoy.
Francí Xavier Muñoz Sánchez / Madrid

Patologías de nuestra maltrecha Justicia
Las reacciones del presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, ante las decisiones de los distintos tribunales en relación con su manera de gobernar, tienen algo de patológico. Sobre la trama Gürtel, cuando el Tribunal Supremo decidió reabrir el caso, Camps dijo encontrarse más contento y feliz que nunca, y a medida que pasa el tiempo, cuantas más evidencias de su implicación en la red corrupta acumulan policías y fiscales, más amplia es su sonrisa. Da la impresión de que cuanto peor le pintan las cosas, mayor es su gozo y así lo comunica a los medios. Primera patología.
La segunda ha consistido en decirnos a todos que su Gobierno es el más transparente de España –¡y de Europa!– en respuesta a la sentencia del Tribunal Constitucional que precisamente condena al grupo parlamentario del PP valenciano por opacidad informativa. Es decir, según la física de Camps, un objeto es tanto más transparente cuanto más opaco se manifieste, y viceversa, lo cual, cuando menos, desconcierta a cualquiera.
Enrique Chicote Serna / Arganda del rey (Madrid)

Paz: negociar a través de la fuerza

Extrañas guerras, estas en las que estamos inmersos. Ante "amenazas infinitas, imprevisibles y cambiantes", nos creemos legitimados para utilizar la fuerza, incluso preventivamente y de la forma más brutal posible, para que los muertos los ponga sobre todo el enemigo, al que previamente hemos cosificado calificándole de fanático, integrista y cerril, para deshacernos de él sin problemas de conciencia moral ni de opinión pública.
Y para nosotros, el loor y la gloria de pertenecer al club de los selectos, aquellos que matan sin ser criminales, profesionalmente, en nombre de la libertad duradera y del progreso de la democracia; bondades intrínsecas de la civilización occidental cuyo valor se supone universal.
Luis Fernando Crespo Zorita / Alcalá de Henares (Madrid)
Adoctrinar aún más a los niños
El cardenal Cañizares predica ahora desde Roma el adelantar la edad de la primera comunión, o lo que es lo mismo, pide adoctrinar al máximo al niño cuando todavía es inmaduro, de modo que no pueda razonar y aceptar o rechazar las ideas que se le quieren imponer. Es muy difícil imaginar un intento más descarado de embaucar a los niños lo antes posible. Querer someter a los más indefensos a ese lavado de cerebro, imponiendo
–bajo amenaza de un infierno eterno, en el que ya no cree ni la cuarta parte de los españoles– un ideario retrógrado como el católico es una conducta absolutamente reprobable. Pero cuando nos damos cuenta de que ni los propios sacerdotes son capaces de cumplir estas normas, resulta indignante.
Eva Novas Soler / Madrid

Opción verde
En los últimos meses hemos asistido con gran agrado a las noticias de la proyección de una fundación ecologista liderada por Juan López Uralde (Greenpeace) y secundada por Alejandro Sánchez (SEO/Birdlife) con vocación de constituir un partido político verde con potencia suficiente para competir con solvencia en las próximas elecciones generales. El apoyo expreso del Partido Verde Europeo y del muy valorado diputado de Iniactiva per Catalunya, Joan Herrera, ha consolidado el buen aspecto de esta iniciativa.
Las personas que estamos tan decepcionados ante las escasas alternativas de los partidos políticos "tradicionales", pero que no renunciamos a la obligación ciudadana de emitir nuestra opinión y voto, tenemos ahora una ilusionante y sólida opción de caminar por un sendero que no nos produzca tanto desasosiego, libre de casos de
corrupción y tensiones.
Manuel García Sierra/ Sevilla

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