Cartas de los lectores

2 de febrero

El llamado «acuerdo social» y las palabras de Díaz Ferrán
Hace unos meses, Gerardo Díaz Ferrán, entonces todavía presidente de la CEOE, hizo unas declaraciones en las que manifestaba que, para salir de la crisis económica, los trabajadores no tendrían más remedio que "trabajar más y, desgraciadamente, ganar menos". Fue increíble la cantidad de críticas que recibió debido a esas declaraciones.
Con el reciente pacto entre el Gobierno y los sindicatos sobre la reforma de las pensiones, he llegado a la conclusión de que los españoles somos hipócritas y tenemos dos varas de medir. Con esta reforma, simple y llanamente, los ciudadanos deberán trabajar más y cobrarán menos. ¿Dónde están ahora las críticas enfurecidas?
Pedro Morante Gutiérrez Elche (Alicante)

Un Gobierno que mira hacia adelante
Va siendo hora de hacer justicia a la labor que está realizando el Gobierno. Mi agradecimiento no es por el hoy sino por el mañana. Por primera vez desde que estamos en democracia se está haciendo política de futuro, se está pensando en el país en lugar de los próximos comicios y se está anteponiendo el interés nacional por encima del de partido.
Ya iba siendo hora de que un Gobierno en el poder tuviera un horizonte más allá del ciclo electoral. No sé qué pasará en las próximas elecciones generales, pero estoy seguro de que el Gobierno que tome las riendas encontrará el camino desbrozado y planificado.
Los gobiernos anteriores disfrutaron de una bonanza económica indudable pero no fueron capaces de prever lo que iba pasar, por lo que propiciaron que la crisis fuera mucho más dura en España que en el resto de Europa. Basaron la estructura económica en la construcción y en el turismo, sin apostar por la industria ni por la investigación.
Me gustaría que las urnas premiaran al que trabaja. Pongámonos las gafas de lejos y juzguemos por nosotros mismos.
Juan José Almarcha Espín Madrid

Reflexión sobre la subida de la edad de jubilación
No estoy de acuerdo con la decisión de retrasar la edad de jubilación, puesto que me parece una actitud contraria al progreso social.

Hace algunos años en algunos países avanzados se redujo la jornada laboral de 40 horas semanales a 36 y la edad de jubilación de los 65 a los 60 años para facilitar, por un lado, la incorporación de las nuevas generaciones al mercado de trabajo y, por otro, para posibilitar a los que llevaran muchos años cotizados poder jubilarse a los 60 años en unas buenas condiciones de salud.
Entiendo que existan personas que no deseen jubilarse a una edad temprana, ni incluso a los 65 o 67 años, y creo que están en su derecho de poder continuar trabajando si así lo desean, pero estoy convencido de que ese no es el caso de muchas personas que trabajan en actividades duras como el campo, la industria o la construcción.
No comprendo cómo en pleno siglo XXI se lleva a cabo esta regresión social cuando lo que tendríamos que estar haciendo es avanzar hacia una mejor calidad de vida y hacia el bienestar para todos.
Espero que los políticos recapaciten y busquen otra fórmula para solucionar la crisis que no consista en hacer retroceder el lógico progreso y evolución de los seres humanos hacia un mayor bienestar.
Enrique González Blanco

Cambio climático e intrusismo político
Al igual que los médicos son los únicos habilitados para diagnosticar una enfermedad y prescribir en su caso el medicamento idóneo, entiendo que en el ámbito del cambio climático deben ser los científicos y no los políticos quienes deben decidir sobre las medidas a tomar para sanar nuestro planeta gravemente enfermo.
Considero una verdadera temeridad que, en contra de la opinión científica, sean mayoritariamente los políticos los que, sin tener los debidos conocimientos para ello, decidan en base a otros parámetros aspectos importantes relativos a dicho ámbito. Esto, aparte de constituir un intrusismo en toda regla, es también una verdadera temeridad de consecuencias imprevisibles.
Debe dejarse a los científicos realizar su trabajo y prescribir sin cortapisas las recetas sobre dicha materia, y los políticos deben escuchar y simplemente ratificar sus decisiones.
Martí Gassiot Garriga Barcelona

Todo tiene un límite, la paciencia también
Quiero denunciar la situación del colegio público al que llevo a mi hija. Los alumnos pasan frío porque hay zonas sin calefacción y hay otras donde esta es insuficiente. Pero el colmo es que la mitad de los baños estén inutilizados porque se caen los techos, que han de tenido que ser retirados por seguridad. Llevan semanas esperando a que la Junta de Distrito lo solucione.
Todo tiene un límite, y espero que los ciudadanos compartan conmigo que nuestros hijos se merecen un colegio con calefacción y techos en condiciones.
Luis Antonio Reche Ávila  Madrid

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