Cartas de los lectores

27 de febrero

La segunda muerte de Miguel Hernández
Tras denegar la revisión de la condena a muerte de Miguel Hernández, la Sala Quinta de lo militar del Tribunal Supremo reconoce que fue injusta, pero no se le da a la familia el resarcimiento de anular esa condena. Moralmente, es lo más parecido a volverlo a condenar a muerte independientemente de las sutiles y respetuosas referencias legales que los magistrados arguyen. Este país está lleno de obediencias debidas y miedos a señalarse; todo lo contrario a lo que ocurre en Alemania, que ha asumido que hay que juzgar el pasado, no olvidarlo. No queda aquí ningún campo de concentración que visitar, sólo un Valle de los Caídos eternamente humillante, con su cruz católica y todo. A este paso olvidaremos que hasta hubo una guerra y hasta que hubo un poeta condenado a muerte dos veces que escribió poemas como este: "Tristes guerras si no es amor la empresa. Tristes, tristes".
Emilio Iglesias Delgado Sevilla

Las ‘fes’ de Ruiz Mateos
Ruiz-Mateos debe dejar de inundar el país con sus asuntos más íntimos; nadie desea su suicidio y a nadie le importa su fe en dios ni su fe en el dinero. Debe dejar de arruinar a la gente con oscuras maniobras financieras. Si bien celebro que la primera de sus fes le impida abandonar el mundo de los vivos, espero que la segunda no le dificulte hacer lo que debiera: responder con todo su patrimonio personal y familiar para saldar sus deudas con la Seguridad Social, empleados y resto de acreedores. Además, al dejar su familia el mundo de los acaudalados, se conjuraría el peligro de una Rumasa III, para tranquilidad de los españoles.
Raúl Gómez Sánchez
Arce (Cantabria)

‘Índignaos’, una invitación
a la indignación
Es el título del último éxito editorial en Francia, protagonizado por el nonagenario Stéphane Hessel. Este hombre invita a la juventud a indignarse, a defender los valores por una sociedad mejor, que hoy ha retrocedido por el ataque neocon y de los mercados. Les dice: "Mirad alrededor, ahí encontraréis temas que justifican vuestra indignación". Aquí nadie nos invita a la indignación, salvo la apuesta retórica del PP contra Zapatero, doblada de la cínica ceremonia de la confusión desatada por el PP contra la realidad del país, absteniéndose de cualquier prestación positiva para salir de las crisis, mientras rehúye su responsabilidad –ya sin salir de Madrid–, desde el caso Gürtel a la polución ambiental, donde sólo les falta pedir que nos abstengamos de respirar. O desobedeciendo las normas de impacto ambiental cuyo sobrecoste pagamos todos, hoy por la "carretera de los pantanos", gracias a la obcecada e ilegal gestión de Cospedal y Aguirre.
Maximiliano Lasén Paz
Madrid

Irak, ocho años después
de la ocupación

Cuando el 20 de marzo de 2003 las fuerzas militares de Estados Unidos, con el apoyo del Reino Unido y España, invadieron Irak, el supuesto objetivo era llevar la paz, la democracia y los derechos humanos. Ahora, casi ocho años después, las cárceles siguen llenas de personas que han sido detenidas tras la invasión. Están detenidos sin cargos ni juicio. Y lo que es peor, siguen sufriendo atroces atropellos de sus derechos humanos. No sólo están sometidos sistemáticamente y a diario a tortura física
–como descargas eléctricas, asfixia y violaciones–, sino que las cárceles iraquíes además son todo menos salubres: los presos sufren múltiples enfermedades por el hacinamiento, la mala ventilación, la escasez de agua limpia y saneamiento adecuado. ¿Por qué se habla tan poco sobre la situación y las manifestaciones que también tienen lugar en Irak? La semana pasada murió un joven de 16 años alcanzado por una bala en el corazón y otros 27 resultaron heridos por disparos. ¿Es que Irak ahora es democrático y no podemos entrometernos? ¿Dónde están los gobiernos que entonces invadieron este país para llevar a la fuerza la democracia?
Dorothea Wuhrer Tomares
Sevilla

Herederos sin identidad
en el siglo XXI
Nací en Cádiz en 1986 y formo parte de la generación de los ochenta, esa que nació en una sociedad llena de esperanza y buenos augurios, mientras se destruía la estructura del régimen franquista. El Estado del bienestar había llegado a España y de su mano venían toda una ola de avances y comodidades. Ahora nuestro sueño americano se ha desvanecido, toda una generación dispuesta a ser doctores, abogados, arquitectos e ingenieros ha visto frustrada sus expectativas. Aquello en lo que ocupamos la mayor parte del tiempo es nuestra seña de identidad, el puesto de trabajo.
Sin embargo, ese mundo color de rosa ha dejado de existir. La sociedad que nos iba a acoger con los brazos abiertos no existe. No tenemos trabajo, no tenemos identidad, el mundo que nos rodea vive como siempre ha vivido y parece que nosotros vamos a ocupar un lugar opuesto al que esperábamos.
ÁLVARO PRIANTE

Un hilo de esperanza
en Madrid
Esta semana celebro con alegría el fracaso de intento de golpe de Estado y de las terribles consecuencias que su éxito hubiera vuelto a traer a España: más de lo mismo, odio y muerte entre españoles. También comparto con Esperanza Aguirre el éxito de su operación, ya que, aunque hoy día el cáncer se supera en muchos casos, nos sigue asustando, y lo digo por experiencia propia.
Entre diagnóstico y tratamiento, hay tiempo suficiente para pensar en muchas cosas que se podrían haber hecho bien o mejor para el conjunto de todos los ciudadanos, como una sanidad de calidad, educación, investigación, envejecimiento activo, protección, seguridad. La misma suerte que le deseo a Aguirre se la deseo a todas las mujeres que padecemos esta enfermedad.
Uge López
Madrid

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