Cartas de los lectores

26 de febrero

La gestión ante la matanza en Libia
Siento rabia e impotencia ante la terrible matanza en Libia y deseo que se lleven a cabo medidas y sanciones económicas y políticas para que dejen de cometerse estos crímenes contra la humanidad.
Estoy muy decepcionado con la actitud tímida, por no decir cobarde o cómplice, de los gobiernos europeos y del mío propio. Sinceramente, no creo que representen la opinión y el deseo de la ciudadanía. No sé si representan los intereses económicos de algunos grupos de presión, pero no los valores de la Constitución y de Europa: la libertad, los derechos humanos, la democracia. Nos hacen sentirnos avergonzados como personas libres y democráticas, como españoles y europeos.
Por eso, me gustaría que José Luis Rodríguez Zapatero se sitúe a la altura de la situación y haga cuanto esté en su mano para parar esta masacre.
José Rodríguez Escobar

Los daños colaterales
de las revueltas
Nuestra dependencia de los combustibles fósiles nos hace extremadamente vulnerables ante cualquier inestabilidad que pueda afectar a los muy convulsos países productores o de tránsito al incrementarse el precio de una energía de los cada vez más caros combustibles foráneos.
Ante el poco halagüeño panorama actual y la incertidumbre sobre el precio de la energía de origen fósil, creo que no hay decisión más inteligente que invertir masivamente en ahorro energético y fuentes autóctonas de energías renovables, pues con ello evitaríamos no sólo el cambio climático, sino también sufragar regímenes tiranos que oprimen al pueblo.
Martí Gassiot Garriga
Barcelona

El amigo americano deja mucho
que desear
En un país políticamente repartido entre una derecha formalmente civilizada y una ultraderecha vocacionalmente montaraz, pocas generosidades cabe esperar de ninguno de sus posibles gobiernos.
A pesar de ello, la llegada al poder de Barack Obama supuso un anhelado y prometedor soplo de esperanza para innumerables personas, lo que de entrada le valió un Nobel de la Paz aún por justificar.
Así, y cumpliendo con lo anunciado en uno de sus premonitorios discursos –"No pediré perdón a nadie por defender los intereses de mi país"–, su calculado y estratégico protagonismo en las crisis árabes deja demasiado que desear.
La actitud ambigua ante el desatado clamor popular en Egipto en contraposición al inmediato aliento a la posterior agitación social en Irán es incompatible con la ética que, supuestamente, iba a regir sus actuaciones.
Su desnivelada preocupación por la suerte de otros pueblos árabes en similar situación, entre los que se incluyen los sometidos a maquilladas tiranías untadas en petróleo, están haciendo de su credibilidad un valor volátil.

Luis García Oliveira
Gijón (Asturias)

Sobre la vieja
y la nueva Rumasa
Me parece que la historia se repite o, por lo menos, que la película me suena mucho. Se trata de Rumasa, perdón, de Nueva Rumasa, pero con un resultado parecido al de la vieja y tan cacareada Rumasa. Miles de ciudadanos se echan las manos a la cabeza, miles trabajadores ven peligrar sus puestos de trabajo y, de la misma manera que la vieja Rumasa, la nueva parece haber cometido los mismos errores.
Nuevamente, la familia Ruiz-Mateos nos demuestran sus dotes empresariales para bordear con Nueva Rumasa la ley que con la vieja Rumasa se saltaron y que obligó a tomar una justa y eficiente actuación a un Gobierno y un ministro de Economía a los que tanto han intentado difamar. Pues bien, para desgracia y pesadilla de miles de ciudadanos y trabajadores, lo que la Comisión Nacional del Mercado de Valores avisó siete veces se ha convertido en una terrible realidad. Esperemos que esta vez los culpables reciban el merecido castigo y que la Justicia sentencie estas acciones.
Raúl Santiago García López
santander

¿Ciudadanos iguales o injusticia social?
El 20 de febrero se celebró el Día mundial de la justicia social para llamar la atención acerca de los abismos que continúan abiertos entre ciudadanos aparentemente iguales ante la ley. El concepto de justicia social apareció a finales del siglo XIX en Inglaterra en un entorno político más progresista que conservador. Mientras que la justicia de los tribunales –la justicia tradicional– sirve de herramienta de equidad entre personas iguales, la justicia social se refiere precisamente a las desigualdades entre ciudadanos. La justicia tradicional es una noción invariable, mientras que la justicia social se adapta a cada momento histórico y político. Desgraciadamente, el concepto sigue siendo actual.
Tal vez haya llegado el momento de plantearse qué se puede hacer para mejorar esta situación. Son necesarios muchos granos de arena y cada uno de nosotros lleva el suyo en un bolsillo.
Marcel Abbad i Sort
Director de Cooperación Internacional de la Fundació Intervida

El apoyo de los sindicatos
a las oposiciones para maestro
He de reconocer que me alegró mucho escuchar al secretario general de la Unión General de Trabajadores, Cándido Méndez, pedir que todas las comunidades autónomas saquen oposiciones para los maestros. ¿Quién no recuerda los titulares sobre avalanchas de maestros a las comunidades autónomas que realizarán dichas oposiciones? ¿Y a quién no le rechinaba que algunos sindicatos hablaran de suspender las que se fueran a realizar para evitar avalanchas? A qué extremo han llegado algunos sindicatos. ¿No creen que es mejor presionar –sobre todo en los tiempos que corren– para que todas las comunidades convoquen oposiciones al cuerpo de maestros?
Mª José Izquierdo Borao
Teruel

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