Cartas de los lectores

18 de noviembre

Cospedal advierte
En la última semana de campaña, María Dolores de Cospedal dijo en Ceuta: "Algunos, los que no se han quejado nunca hasta ahora, van a protestar mucho cuando el Gobierno diga todo lo que hay que hacer para sacar el país adelante, pero la mayoría de los españoles nos va a entender". Se han quejado profesores, médicos y enfermeras, funcionarios en general, pensionistas, dependientes, jubilados, estudiantes, jóvenes en paro, el 15-M y un largo etcétera. Quienes no han rechistado hasta el momento son los que tienen sus fortunas en paraísos fiscales, la banca, los especuladores financieros, los que defraudan al fisco, los altos directivos de las empresas públicas y privadas que perciben sueldos y pensiones de escalofrío. Si creyera a Cospedal y todos estos protestaran por la política de Rajoy me sumaría al cambio ahora mismo, pero tal cosa requeriría un acto de fe de tal envergadura que está fuera de mi alcance.
Enrique Chicote Serna
Arganda del Rey (Madrid)

La Europa de dos velocidades de la que ya nos hablan
A nadie le gusta esta expresión. Pero las medidas que está tomando Merkel como canciller de la Unión Europea tampoco gustan. Lo cierto es que a Alemania le viene muy bien. Otros estados miembro necesitan ritmos distintos para ponerse en la parrilla de salida, como es el caso de España. En 1997, España no se sumó a la Estrategia Europea para el Empleo, y no ocurrió nada, por lo menos en los primeros años. Tenemos que engrasar nuestro sistema productivo y empezar a ocupar el lugar que nos corresponde. No debemos ser tan rigurosos, lo que sí tenemos que hacer es controlar la corrupción, los gastos innecesarios, la economía sumergida y el fraude fiscal. Esta sangría permanente anemiza al Estado.
Con un mercado laboral empezando a funcionar, España podrá pagar deuda e intereses. El déficit, si no es excesivo, no hay que magnificarlo. Si somos capaces de sanear nuestros rincones ocultos sin coste para el sector público podremos mirar al futuro con tranquilidad y que lo llamen como quieran, dos, tres o cuatro velocidades. Pero no olvidemos que en la Unión somos 27 y no sólo Alemania. Francia, Bélgica y Austria han sido estos días el punto de mira de los especuladores y son los próximos en tener que hacer frente al ataque al euro.
María Eugenia Bolaños
Madrid

¿En serio queremos que gane la derecha las elecciones?
Sólo cuando han gobernado los socialistas se han elaborado leyes sociales avanzadas en España. Cuando la derecha ha alcanzado ese gran honor, ha tenido la suerte de estirar lo hecho por los socialistas y, cuando ha actuado con autoridad propia, ha dejado un campo sembrado de minas. Recordemos la ley de liberalización del suelo de 1998, que dio el pistoletazo de salida al boom inmobiliario, y la venta de las empresas públicas cuando ya estaban saneadas. Esto es un hecho incuestionable del que no quiere ni oír hablar Rajoy.

Ahora, la excusa perfecta de la austeridad les dará pie para hacer todos los recortes de un árbol de hoja perenne que se convertirá en caduca. Nuestros derechos los recogerán los servicios de limpieza del Ayuntamiento de Madrid, si es que Gallardón consigue pagar a la empresa subcontratada. Primero hay que votar, quedarse en casa me parece desleal con los demás. Segundo, hay que hacerlo pensando no sólo en hoy, sino en el futuro inmediato. Y en contestación a la pregunta: no, no quiero que gane la derecha.
María de María
Madrid

Las estrategias de propaganda electoral
Soy estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas y llevo escuchando cuatro años seguidos que la publicidad comunica unos valores y una imagen a los consumidores potenciales. En política, estos consumidores somos todos los ciudadanos que podemos votar, y lo único que veo son campañas de propaganda electoral que se dirigen a los partidos políticos rivales, atacándolos y criticándolos. No se aporta nada nuevo, nada que pueda interesar realmente a la población. Creo que dirigen el foco de su comunicación hacia una dirección equivocada y que deberían replantearse qué es lo que realmente le interesa a la ciudadanía. Deberían dar soluciones propias en vez de mostrar los errores de los demás.
Sara Marrón García
Sant Feliu de Llobregat (Barcelona)

No todo vale para atacar al Gobierno
En democracia no todo vale, el fin no justifica los medios y la moral no está por encima de la ley. Esto no parece tenerlo muy claro José Alcaraz, expresidente de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), que en su condición de víctima se arroga el derecho al insulto contra sus nuevos enemigos, ahora que parece que ETA toca a su fin. La afición preferida de este sujeto en los últimos tiempos (ya resulta curioso que sea el periodo histórico con menos víctimas) es llamar "asesinos", "cómplices" o "traidores" a quienes no se sumen a las tesis del ala dura del PP comandada por Jaime Mayor Oreja.
No estaría mal recordar que, entre otros, Arnaldo Otegi fue condenado (y posteriormente absuelto) por referirse al rey como el "responsable de los torturadores", mientras que Alcaraz puede llamar asesino a cualquiera. Tengo claro quiénes son los asesinos y quiénes las víctimas, y a usted le considero una víctima, por mucho que se equivoque en sus críticas.
José María García Diago
Barciene (Toledo)

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