Cartas de los lectores

26 de noviembre

Olvidar es perdonar
Cuánto cinismo encierra esta frase pronunciada por Rouco Varela. Pero él no olvida. Recientemente, envió al Vaticano los informes de varios cientos de supuestas víctimas de la Guerra Civil, que fueron beatificadas de golpe por Benedicto XVI. Anteriormente, ya había hecho lo mismo con el mismo resultado.
¿Hasta cuándo aguantará un Gobierno la injerencia de la Iglesia en asuntos de Estado? La memoria histórica es necesaria, todos los países civilizados la tienen, y lo único que se pretende es enterrar a esas miles de personas en lugares adecuados, no en una fosa común al lado de una carretera.
Si olvidar es perdonar, según la Iglesia, algún gobierno debe olvidarse del Concordato firmado por primera vez en 1845 y renovado varias veces; debe olvidar las exenciones fiscales que tiene la Iglesia por los terrenos y edificios; debe olvidar las subvenciones a cargo del erario público para arreglar sus iglesias; debe olvidarse de sus colegios, que no son públicos, de los sueldos que reciben los sacerdotes, etc.
Si no quieren pagar impuestos por sus terrenos y edificios, hay una forma de combatir su cinismo: la desamortización de sus bienes. No sería la primera vez que se promueva una (ya se aplicó en el s. XIX). De esta manera, esas subvenciones revertirían en interés del bien común.
José Enrique Centén Martín/ Madrid

Los crucifijos son sacrilegios
La Conferencia Episcopal ha clamado al cielo contra la sentencia de un juez de Valladolid que ordena retirar los crucifijos de una escuela pública. El cardenal arzobispo de Madrid dice que España padece una "cristofobia". El arzobispo de Valladolid, que tan bien sabe colocar el dinero de la Iglesia en instituciones financieras, se siente perseguido.
Pero el mismo Dios prohíbe que se hagan crucifijos. Se lo explicó a Moisés, según se lee en los libros del Éxodo, 20.4-5, y Deuteronomio, 5.8-9. Es el segundo mandamiento del decálogo que, en la traducción de Nácar y Colunga, aprobada y bendecida por papas y cardenales, dice así: "No te harás escultura ni imagen alguna de lo que hay en lo alto de los cielos (...). No te postrarás ante ellas y no las servirás". Pero la Iglesia ha llenado los templos de imágenes, cada una con un cepillo delante para que las infelices "beatas" echen limosnas arrodilladas ante ellas.
Arturo del villar/ Madrid

Jornada continua
Aleluya. Por fin llega al Parlament una propuesta seria sobre la necesidad de cambiar nuestro obsoleto horario laboral, tan desfasado comparado con el que hay en el resto de Europa. La asociación para racionalizar los horarios, que ha propuesto ya 39 plenos en el Parlament, parece que, por fin, no solo será escuchada, sino tomada en cuenta.
Esperemos que así sea. ¿Qué ventaja tiene este anticuado horario, que parte el día en dos tramos desaprovechando las horas centrales y alargando la jornada hasta la noche? Ninguna.
Una consecuencia negativa es la ausencia de los padres cuando los hijos vuelven del colegio. Esta ausencia significa menor contacto con ellos, no poder seguir sus estudios y que estos pasen más horas sin ningún control ante la televisión o Internet.

Si somos europeos, ¿por qué no tenemos el mismo horario laboral que ellos? ¡Que valoren los resultados! Son más productivos, se aprovecha mejor el tiempo y dejan más horas libres.
Julia Huici/ Barcelona


Rechazo la tauromaquia
Soy una de las tantas personas españolas a las que la tauromaquia le parece una tradición cruel y retrógrada que no tiene cabida en pleno siglo XXI. Mi rechazo a la tauromaquia proviene de mi más profundo convencimiento de que un animal no debe ser torturado como divertimento
público. Por ello, es indignante que el Defensor del Pueblo, una institución tan significativa en España que debería defender y respetar todas las opiniones de los ciudadanos –incluidos quienes nos declaramos antitaurinos–, nos haya calificado recientemente en la Cope, entre mofas, como "tontos a los que no se puede convencer de nada".
Es una gran falta de respeto y una traición a los principios de la propia institución que el Defensor del Pueblo llame tontos al 72,1% de los españoles, el porcentaje que afirma no tener ningún interés por los espectáculos taurinos, según Gallup.
Por todo ello, pedimos su dimisión y sus disculpas públicas.
Sara Parrilla Nieto/ Barcelona

Fumadores respetuosos
El 98% de los fumadores aragoneses se considera muy respetuoso con los que no fuman, según un estudio del Club de Fumadores por la Tolerancia. Es igual que si preguntan a los presos si son inocentes: la mayoría dirían que sí. O no dicen la verdad, o es que yo me cruzo con el 2% que no se considera respetuoso.
Los fumadores pueden pensar que son respetuosos, aunque no lo sean. Hay algunos que preguntan si pueden fumar a tu lado en un lugar público o en tu casa y, por educación o tolerancia, dices que sí, aunque te moleste, porque además sabes que fumarán de cualquier modo, o tellamarán intolerante o dictador si te niegas.
No es raro entrar en el ascensor de mi casa y encontrarlo lleno de humo a primera hora de la mañana, con lo que te tomas un trago desagradable de tabaco porque el vecino no podía esperar a llegar a la calle. No reconoce que su adicción es suya, no de todos. Conozco oficinas donde se fuma por algún despacho, porque salir a la calle con frío o calor es molesto. Por no hablar de bares y restaurantes, donde no es posible tomarse algo o comer sin humo alrededor.
Antonio Nadal Pería/Zaragoza

Más Noticias