Cartas de los lectores

26 de enero

Ecologistas liberticidas
Lo reconozco. Soy uno de ellos. Me refiero a esa caterva de agoreros del apocalipsis climático que infunden miedo a las masas para conseguir sus objetivos políticos: asesinar la libertad. En cierta forma, parte del retorcido discurso que el "doctor" Aznar y su cumbre de escépticos (que, ¡oh sorpresa!, están financiados por una poderosa petrolera) mantienen, es real. Pero con incisivos matices.
Lo que no se puede es cerrar los ojos a la evidencia del calentamiento global y conducirnos a un suicidio colectivo con el único fin de servir a los amos del dinero. Y por eso digo que, en parte, coincido con su discurso. Porque si la libertad que ellos defienden se va a usar en destruir el planeta y el futuro de mis hijos, por supuesto que seré liberticida. Esta visión antropocéntrica, mejor dicho pecuniariocéntrica, que les induce a soltar cosas como que el planeta debe estar al servicio de los hombres, lo que nos viene a decir en realidad es que los recursos naturales y humanos del planeta deben estar al servicio del capital, única religión verdadera que abrazan estos escépticos del colapso mundial.
La negación de esta terrible amenaza es un maniobra burda e insensata que sólo sirve para entorpecer la toma urgente de decisiones que debemos tomar para frenar el proceso.
Ana Cuevas Pascual / Zaragoza

Democracia y frustración
Una buena manera de constatar los avances de nuestra democracia –aunque no la más agradable– es ver cómo la frustración llega a las elites de nuestra sociedad.
Cuando ya los obreros no van a la huelga y sí lo hacen los curas, los pilotos y los jueces, uno puede pensar que vivimos en algo así como la dictadura del proletariado.
Pero nada más lejos de la realidad. Si bien es cierto que la frustración empieza a alcanzar a las elites, no lo es menos que la hace tiempo arrasó al proletariado. El proletariado de hoy en día, constituido por millones de personas que sufren el desempleo o trabajan en precario, no va a la huelga simplemente porque no le es dable. ¿A quién se le ocurre convocar una huelga de parados y cajeras de supermercado? Es impensable.
Pero, aunque la sociedad se va desintegrando por abajo, se va democratizando por arriba. Así que, además de ricos, los ciudadanos de elite pueden jugar a la democracia. La cosa está empezando a parecerse a las culturas antiguas. Claro que un esclavo romano salía bastante más caro que una teleoperadora, un becario o un profesor de informática. Jueces y pilotos van a la huelga, obtienen respuesta a sus demandas y viven como auténticos pachás. Así da gusto. Y ya no digo nada si encima son demócratas.
Mario López / Madrid

La hora de Obama

El nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, entre otras cosas llenas de sentido común, dijo en el discurso de toma de posesión que ya ha llegado la hora de hacer realidad la promesa de que todos somos iguales y libres y la de que tenemos las mismas oportunidades de alcanzar la felicidad, de enfrentarnos a una nueva era de responsabilidad y del reconocimiento "de que tenemos obligaciones con nosotros mismos, nuestra nación y el mundo".
¿Cuándo les hemos oído algo así a nuestros dirigentes europeos, especialmente a los españoles, que han convertido la hipocresía en una virtud política? "La grandeza, dijo Obama, nunca se nos da hecha: hay que ganarla". Creo que ha llegado la hora de que tomen nota todos a los que se les hace la boca agua cuando hablan de Obama. Él ya ha empezado. ¿A qué espera nuestro presidente?
Pedro J. Piqueras Ibáñez / Girona

El PP no necesita adversarios
Las luchas internas del PP, incluida una especie de KGB secreta para espiar a sus propios compañeros, nos demuestra cómo se las gastan los populares madrileños en su lucha fraticida por el poder político y económico de las Cajas de Ahorro.
Lo que está pasando en la Comunidad de Madrid es algo insólito en un partido político responsable y serio que pueda ofrecer alguna credibilidad para seguir gobernando. Espero que los madrileños tampoco olviden las amenazas de la Aguirre de privatizar la sanidad pública, la educación y el agua que bebemos.
Lo último es lo que acaba de hacer con las guarderías. Son miles las familias que están sacando a sus hijos de ellas porque no pueden pagar los 45 euros (más 88 del comedor) que exige la Comunidad de Madrid. Las familias son las que peor lo están pasando con la crisis. El PP se contradice cuando asegura en los medios de comunicación que están muy preocupados por los que se quedan en el paro, cuando de lo que de verdad se preocupan es de lo que se gasta el Gobierno de Rodríguez Zapatero en los sectores que peor lo están pasando.
Joaquín García Mayo / Getafe (Madrid)

Suerte, Penélope
Se desveló de una vez por todas el enorme misterio que rodeaba a los candidatos a las prestigiosas estatuillas doradas de los Oscar.
Una vez más, para alegría de nuestro cine, ha conseguido colocarse nuestra famosa Pe como una de las cinco aspirantes al premio de mejor actriz de reparto por su interesante trabajo en Vicky Cristina Barcelona. Se trata de la primera actriz española que lucha por conseguir tan preciado galardón, honor que allá en el año 2006 estuvo a punto de alcanzar con la película Volver, de nuestro reconocido director manchego Pedro Almodóvar.
Crucemos los dedos y confiemos en que, en esta su segunda oportunidad, la suerte no le sea esquiva como entonces y pueda gozar de las mieles del éxito, porque bien merecido lo tiene.
Mercedes Sánchez Ramos / Zaragoza

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