Cartas de los lectores

11 de marzo

Una medida
Durante las últimas semanas hemos leído mucho sobre las reuniones y propuestas del Gobierno, la patronal y los sindicatos en el diálogo social. Ninguna de ellas sugería adelantar el cobro de la prestación por desempleo al día 1 de cada mes (y no al día 10, como se cobra ahora), algo de lo más lógico, puesto que los recibos no los retrasa ninguna compañía, esté una persona en paro o no. Además, esta medida evitaría muchos de los impagos que se están produciendo en la actualidad.
Soluciones como estas y no tanta demagogia son las que hacen falta. Todavía están a tiempo de implantar este tipo de medidas.
Ricardo Mena/Madrid

Un país crucificado
A pesar de tener tan cerca la sombra del Vaticano, el Tribunal Supremo italiano ha absuelto al juez que se negaba a celebrar vistas ante un crucifijo. En España, hasta un ex ministro de Justicia, hoy alcalde de Zaragoza, hace llevar a cada sesión, de su despacho a la sala de plenos, un enorme crucifijo a pesar de su personal agnosticismo (sin duda como amuleto para que le traiga suerte en las próximas elecciones y pueda de nuevo prometer o jurar su cargo ante un crucifijo real, como el jefe de su partido). "Primero comer y luego filosofar".
Sin embargo, de tanto comer y tan poco filosofar, pueden quedarse también sin empleo, por no evolucionar para adaptarse a un mundo que ha cambiado, como reconocía hasta en Estados Unidos el presidente Barack Obama. Aquí todavía hay demasiados, incluso progresistas, que se empeñan en que, aunque ya sea teóricamente ilegal, España siga siendo un país crucificado, perpetuando así el tan aplastante triunfo de la última autodenominada "cruzada", la de 1936. Los convertidos y los oportunistas son los peores. ¡Qué cruz!
Javier Cobo/Madrid

El asunto Camps
En un sistema judicial limpio, la amistad entre Francisco Camps y el juez al que le compete su asunto inhabilitaría automáticamente a este, para que no se pudiera pensar que le interesa beneficiar a su gran amigo y mentor; pues no sería de extrañar que la principal motivación de su designación fuera tapar los asuntillos del señor Camps.
Por cierto, el presidente de la Comunidad Valenciana afirma ser amigo de todos los valencianos y, sin embargo, a mí no me ha colocado en ningún cargo que suponga duplicar mis ingresos. ¿Acaso tiene favoritos? Y ya metidos en harina, quiero preguntarle si también considera amigos a los familiares de las víctimas mortales del Metro que tan alegremente gestiona. Se lo pregunto porque, cuando lo necesitaron, los abandonó a su suerte y ni siquiera quiso recibir a las dolientes viudas.
Cuando el asunto sea sobreseído –que lo será, y en tiempo récord, como siempre– se evidenciara el grado de honradez que impera en nuestras instituciones.

Ernesto Contreras/Alicante

Progresiones
Trabajos precarios, contratos basura, temporalidad, mil-
eurismo... fueron términos de moda en el mundo laboral, fabricados durante la bonanza económica, no por el trabajador, sino por quien le empleaba bajo esas condiciones. En una dinámica ciega y atroz, los currantes se endeudaron hasta las cejas para comprar productos que los patronos ponían en el mercado y a los cuales reportaban cada vez mayores beneficios.
Mientras el bienestar de la clase trabajadora crecía en progresión aritmética, el nivel de vida del empresariado –sobre todo el del más grande– y el de sus accionistas galopaba en progresión geométrica. Era la lógica capitalista ultraliberal. La misma que ahora, cuando se ha venido abajo el armatoste financiero, enseña sus consecuencias cambiando los ritmos: el que avanza en progresión geométrica es el malestar de aquellos que perdieron el trabajo y en progresión aritmética la inquietud de los que siguen poseyendo el capital. Las políticas económicas de la derecha rancia no ofrecen otra cosa.
Enrique Chicote
arganda del rey (madrid)
Sobre la crisis
Llevamos ya demasiado tiempo con la crisis a cuestas y, lo que es peor, sin ver la salida. Lógico: la están buscando los mismos que nos metieron en ella. ¿Cuántos de los que se han enriquecido con el ladrillo o la especulación financiera están en la miseria? ¿Cuántos han tenido que vender sus aviones, yates o fincas para poder comer? ¿Cuántos tienen sus dineros en paraísos fiscales? ¿Cuántos han creado una red de empresas para tapar sus fechorías? ¿Cuántos presidentes, consejeros, directores o asesores de esas empresas han ido a la cárcel o devuelto su patrimonio?
Cuando estas preguntas se respondan con nombres y apellidos empezaremos a ver la salida de la crisis, porque empezaremos a recuperar la confianza en los que tienen los medios para sacarnos de ella. Porque, si no confiamos en ellos, tendremos que cambiar el sistema social, económico y financiero, empleando fórmulas que eviten que se repita la situación actual.
Me gustaría saber por qué a los presidentes, consejeros ejecutivos, etc. se les indemniza con un zurrón de millones por su mala gestión y a los trabajadores se les pone de patitas en la calle con unas cantidades miserables. Me gustaría que esos que piden abaratar el despido (la CEOE y el Banco de España, entre otros) dieran ejemplo renunciando a parte de su sueldo e indemnización millonaria.
Creo que los culpables económicos y sociales de esta situación siguen campando a sus anchas, esperando tiempos mejores para repetir la jugada, y las víctimas (los trabajadores que ganan su sueldo con esfuerzo) pagando por delitos que no cometieron. Luego hablan de justicia.
Fernando Hernández Cobo

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