Cartas de los lectores

20 de julio

Tapando agujeros
El PP se querella contra Chaves por prevaricación y tráfico de influencias. Una maniobra de distracción por parte del PP para tapar a Francisco Camps y silenciar la trama, pero, como dijo Unamuno: "A veces el silencio es
la peor mentira".
Mejor, que salga todo. A ver si así nos regeneramos.
Josep Robert Reig / Barcelona

Historia de la humanidad
La de historietas que nos hemos tragado y la necesidad que hemos adoptado –o nos han inculcado– para tomar como conceptos universales aquello que nos han dado masticado aun sin llevar lógica alguna en su conjunto.
Desde que tenemos razón de ser y, a lo largo de nuestra historia, como si de un virus de fácil propagación se tratara, sólo haría falta leerse un poco la Biblia, el Corán o cualquier libro de historia de la religión que dice profesar cada uno para darse cuenta de que todo es una patraña inventada o sacada de contexto en su época e, incluso antiguamente impuesta por el hombre para asegurar su perpetuidad, mover masas y manipularlas.
El cristianismo, con sus múltiples variantes –islamismo, hinduismo, judaísmo...–, para lo único que nos ha servido es para enfrentarnos unos a otros por defender unas creencias –sin fundamento probado– y limitar nuestra capacidad innata de razonar con argumentos.
Siglos de historia no han conseguido que aprendamos de ello, pero aún quedamos unos poquitos que no nos tragamos más milongas. Los mismos que, con pesadumbre, observamos cómo se deja manipular esa mayoría, aquellos que, a su vez, manipularán e inculcarán esas creencias tan particulares a sus hijos generación tras generación.
Daniel / Madrid

Deterioro de la Sanidad pública
El dramático suceso de la muerte del bebé en el hospital Gregorio Marañón se debe, exclusivamente, al proceso de privatización que está llevando a cabo Esperanza Aguirre y el PP en la Comunidad de Madrid.
Yo, ingenuamente, pensé que la construcción de ocho hospitales iba a mejorar la atención de los enfermos.
Se han construido esos edificios para hospitales, pero no se ha convocado concurso de plazas para médicos y enfermeras; es más, se están trasladando de otros hospitales de la Sanidad pública.

¡Los edificios no curan, cura el personal sanitario! Mi solidaridad con la enfermera.
Francisca Ruiz López

Mirar para otro lado
"Hoy no toca hablar de Bárcenas", espeta Mariano cada vez que le preguntan por el tesorero del partido que preside. Ni ayer, ni hoy, ni mañana. Para el eterno aspirante a presidente del Gobierno nunca toca hablar de los supuestos casos de corrupción protagonizados por destacadísimos miembros de su partido.
Toca hablar cuando se trata de demonizar cacerías organizadas por alguno de los suyos y a las que acuden invitados como el magistrado, protagonista de sus pesadillas, y el ex ministro de Justicia; toca callar si un miembro del CGPJ y un presidente autonómico se reúnen en secreto en el despacho de este último; toca escandalizar con lo que costaba el coche de Touriño; toca enmudecer con lo que cuestan los de Aguirre o Gallardón; toca criticar el uso que se hace del avión presidencial; toca olvidar el que se hacía cuando el presidente era otro; toca pedir dimisiones por casos de gripe A en un cuartel y toca abstenerse si estos se producen en varios colegios madrileños.
¿A qué ciudadano normal y de bien le interesa saber de dónde sale el patrimonio del tesorero del Partido Popular, cómo se adjudican los contratos públicos en la Comunidad de Valencia o si el dinero de todos se utiliza para sufragar el espionaje de partido mientras se privatizan la Sanidad y la educación madrileñas? Esta es la España de la derecha, la España del escándalo si los protagonistas son los otros, pero "no interesa a nadie" si lo protagonizan los míos; la España que propone despenalizar un delito para que su supuesto autor no sufra; la España del miro para otro lado con toda mi caradura.
Me pregunto qué tendrán que esconder aquellos que con su mirar hacia otro lado y con sus ataques personales a quienes investigan los hechos dan rienda suelta a su incontenible verborrea cuando deberían taparse la boca los mismos que guardan silencio cuando
pedimos explicaciones.
Alberto Ríos Mosteiro / Madrid

Viva la matraca
Anoche me dormí de madrugada cuando callaron las motos. Esta mañana, uno de los transistores del vecindario se encargó de despertarme antes de las diez. Abrí el balcón que da a la calle y, desde las terrazas cercanas, un coro de perros se dejaba las cuerdas vocales ladrándole al calor.
Al cruzar el parque sería difícil saber quiénes gritaban más, si los hijos a las madres o viceversa.
Eran pasadas las tres cuando comíamos en el restaurante acompañados de un rico menú de ruidos: televisión, carcajadas estereofónicas, lloros de niño consentido y, al otro lado, el tintineo constante de dos máquinas tragaperras.
Por la tarde, buscando sombra, llegamos a una plazoleta que parecía silenciosa – y lo era– hasta que entró un bólido escupiendo estruendos por las cuatro ventanillas.
Ahora, estamos en casa. Hoy, probablemente, me acueste como ayer, con berridos de moto en las sienes, pero qué le vamos a hacer. Mi obligación, como todo español enrollado, es ser menos tiquismiquis y más tolerante y comprensivo porque, durante el verano, los fines de semana en España son así. ¡Viva la matraca!
Enrique Chicote Serna / Madrid

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