Cartas de los lectores

21 de julio

Desacuerdo
Me llamo Ana Urrutia y soy médico gerontólogo clínico.
Dirijo el único centro libre de sujecciones que existe y agradezco a Público su valentía al hablar de un tema tan delicado, pero quiero mostrar mi desacuerdo con el titular "Camas en el suelo y cámaras para evitar caídas" del artículo publicado el 11-07-09 porque no se ajusta a la verdad y puede ser malinterpretado.
No es cierto que las personas mayores –que nosotros cuidamos– duerman en el suelo, sino que duermen en camas eléctricas muy bajas que no tienen patas y, así, se les protege frente a caídas.
Todo ello se encuentra dentro de un sistema de gestión diferente e innovador que ha demostrado resultados positivos, expuestos en el último congreso de la SEGG (Sociedad Española de Geriatría y Gerontología) y que invito a ver en el enlace
http://www.torrezuri.com.
Gracias.
Ana Urrutia Beaskoa

Rectificación
El domingo hice una atribución falsa en la "Carta con respuesta" (no será la primera vez, supongo).
Constantino Bértolo me ha recordado que él no escribió "yo no soy como te quiero", sino que es un verso del gran poeta gallego Uxio Novoneyra. Bértolo tradujo el verso y lo cita con frecuencia: mi mala memoria hizo el resto. Mis disculpas a la memoria de Uxio Novoneyra por la expropiación (y mi agradecimiento por sus memorables poemas).
Rafael Reig

Pobre madre
Qué tristeza fue oír la noticia de la muerte del niño de tres años cuya madre había dejado dormido –y olvidado– en el asiento trasero del coche y que falleció por el calor. Hay infinidad de muertes absurdas e injustas, pero esta es una de las más impresionantes. Mi total apoyo a esa pobre madre que, por un despiste, digan lo que digan, se ha quedado sin lo que más quería.
No creo que ni los más mediocres que se atrevan a juzgar este suceso y quieran equipararlo con las noticias que, a veces, aparecen en los medios de comunicación sobre padres y madres irresponsables que dejan a sus hijos pequeños solos en el coche para ir a tomarse unas copas porque, en ese caso, sería asestar una sádica y doble puñalada cobarde a quien tiene la peor de las condenas perpetuas: vivir con la terrible consecuencia de este descuido durante el resto de su vida.
Manu Ballesteros / Bilbao

Sobre los derechos

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha afirmado que con el PSOE en el Gobierno "se está pudriendo el Estado de Derecho". ¿Del derecho a recibir regalos?
Josep Robert Reig / Barcelona

El silencio conservador
Es cierto que las palabras son necesarias, son fuente de conocimiento, explican la vida, descubren las claves del comportamiento, pero no podemos negar que, cuando los hechos son elocuentes, la mejor explicación es el silencio.
Es cierto que Rajoy y los del Partido Popular han leído la Biblia, donde uno de sus versículos reza: "Así se sentaron con él en tierra siete días y sietes noches y ninguno le hablaba palabra porque veían que su dolor era muy grande".
El silencio, ante los casos de corrupción, se presenta como la prueba más fehaciente de su aceptación, su apoyo y su lealtad con aquellos compañeros de partido que son acusados. Los conservadores hacen de este silencio un arte, de su lealtad un compromiso y de la verdad una mentira.
Ojalá la justicia pronuncie las palabras inocente o culpable, pero, cuando se dicte sentencia, será el momento de recordar a Rajoy y a los suyos que su silencio fue el mayor cómplice de sus fechorías.
Pedro José Narváez Benítez y Juan Manuel Canle Durán / Cádiz

La boda de El Escorial
Jamás una boda en El Escorial se hizo tan indigesta para tantos invitados, y no precisamente por lo que comieron en el banquete, sino por el reportaje de investigación sobre la trama de corrupción del PP que pudimos ver el pasado 17 de julio en una cadena de televisión.
Si el pueblo soberano no reacciona exigiéndole a la Justicia que desentrañe hasta las últimas consecuencias todos los casos de corrupción que están denunciados en los juzgados –sean quien sean los corruptos y su color ideológico–, el pueblo español –del que emanan todos los poderes– puede dejar de creer en la Justicia de nuestro Estado de Derecho.
Me parece una auténtica vergüenza que muchos de estos críticos, si son afines a los imputados, no tengan ningún reparo en acompañarlos hasta las puertas de los juzgados con aplausos y algarabías para presionar con su presencia a los propios jueces que, sí o sí, tendrán que juzgarlos.
Joaquín García Mayo / Alburquerque (Badajoz)

Vuelva usted el próximo mes
La señora Aguirre presume de Sanidad, pero los datos no mienten y más cuando se refieren a uno mismo. El pasado mes de febrero me dieron cita para mayo en el hospital Clínico. Unos días antes de la consulta me llamaron para cambiarme la cita –exactamente para retrasarla–. Al parecer el médico –no sé si sólo hay uno– ese día no podía atender a los pacientes y, como consecuencia, la cita se acordó para el mes de octubre –seis meses después de la primera–. El 17 de julio me vuelven a llamar por la misma razón y vuelven a retrasar la última cita para el mes de noviembre.
No sé si será una nueva estrategia para camuflar listas de espera, pero lo cierto es que parece una nueva versión del "Vuelva usted mañana" de Larra o, simplemente, el reflejo de lo bien que funciona la gestión de la Sanidad madrileña.
Alejandro Ortega Sánchez

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