Cartas de los lectores

26 de septiembre

La retirada de Afganistán
La memoria histórica nos hace comprobar que la práctica del imperialismo estadounidense en Oriente ha sido la de implantar su hegemonía a base de apoderarse de los bienes y de sacrificar su dignidad. Las ruinas, los horrores y los sufrimientos que ya ha producido esta guerra de ocupación han sobrepasado al infinito todos los límites y lo que sucede en Afganistán es tal barbarie que el pueblo la rechaza, ejerciendo el derecho a la legítima defensa en una guerra de invasión. Hay muchas formas de disfrazar las verdaderas razones de una guerra, pero EEUU no puede soportar en soledad su vergüenza y busca exonerar sus crímenes aduciendo el apoyo de otras naciones en vez de fomentar el principio básico de la hermandad universal que jamás somete.
Benjamín Forcano

Huelga a la japonesa
Los votantes eligen perder un domingo con su familia por ir a depositar la papeleta en la urna, pero los políticos, una vez más, demostraron no estar a la altura el pasado 23 de septiembre, cuando dejaron medio vacío el Congreso de los Diputados. La razón fue que el presidente Zapatero tenía que ausentarse por motivos de Estado, lo que pareció dar derecho al jefe de la oposición a tomarse un día de descanso y, por tanto, al resto de diputados a tener un día de fiesta. Esta acción me recordó a cuando los trabajadores teníamos derecho a dos horas libres de la jornada laboral para ir a votar, y terminé pensando que, al final, las huelgas de los congresistas, por el bien del país, deberían ser al estilo japonés.
Miguel López / Granada

El pasado y el presente
El pasado se resiste a dejar que una nueva forma de entender el mundo se abra camino. El pasado pide –y califica de error– la renuncia al escudo antimisiles, así lo ha confirmado el estratega José María Aznar, pero su visión no es otra que la prolongación de la guerra preventiva. Frente a esta visión y enfoque se plantea la razón lógica de un nuevo tiempo, el llamado tiempo de la cooperación en la resolución de los conflictos.
La política exterior exhibida por EEUU apunta en la dirección acertada para alejarnos de los fantasmas del pasado, en la que los golpes de Estado como el de Honduras o el expolio de los recursos naturales como modelo de desarrollo económico tenían aceptación. Ahora, la sostenibilidad se impone como estrategia humana para una convivencia en paz y seguridad, pero dicha seguridad requerirá de una justicia de carácter universal.
José Antonio Rodríguez / Córdoba

Con b de escribir
Ya no son solamente los adolescentes o jóvenes los que comenten garrafales faltas de ortografía en sus escritos por el mal uso, al parecer, de la mensajería móvil o chateo por Internet. Ahora también ciertos políticos –que hace unos días en unas enmiendas presentadas cometieron faltas imperdonables confundiendo, por ejemplo, la letra v con la b– alegan en su defensa que el error era fruto de una incorrecta transposición de los términos en vez de reconocer, humildemente, su ignorancia lingüística. Este hecho denota una educación de baja calidad, que tiende ahora sus tentáculos hasta la representatividad ciudadana y, en particular, a una irresponsabilidad personal por parte de quienes deben dar ejemplo de una adecuada ilustración ante las instituciones y ante el pueblo soberano. Por tanto, rogaría más rigor y compromiso en la formación académica de los educandos, de los educadores y, por ende, de quienes nos representan en las diversas áreas de la vida pública. Debemos tener presente que una buena formación nos hará libres.
Vicente Franco Gil / Zaragoza

Las obras de Gallardón
Digamos que hablo de Madrid, de sus obras y de su alcalde. Me gustaría hacerle comprender a Gallardón que con tanta obra no hace más que incrementar la desorbitada deuda municipal, además de sustituir la arena y los parques por asfalto.
La última tropelía de este Ayuntamiento, con su alcalde a la cabeza, ha sido la nueva tasa de basuras, pero tras el fiasco de la candidatura olímpica, ¿a quién quiere engañar? Me gustaría aconsejarle a Ruiz-Gallardón que ponga los pies en polvorosa y, así, el término perenne quedará como un triste homenaje a tantos árboles perdidos durante su trayectoria política y no como un adjetivo que describa la eternidad de las obras a las que tiene condenados a todos los madrileños.
José Rafael Gutiérrez / Madrid

La delincuencia y Rajoy
Mariano Rajoy ve "un desastre" la gestión que está realizando el Ministerio del Interior contra la delincuencia y convertirá este asunto en el eje de la oposición. Me parece que ya puede ir buscando a un buen ministro para esta cartera porque, si la memoria no nos falla, sería interesante recordarle que la tasa de criminalidad en el año 2002 –último año de Mariano Rajoy al frente del Ministerio de Interior durante el Gobierno de José María Aznar– tuvo el valor histórico más alto que se había registrado hasta entonces en España.
Josep Robert Reig / Barcelona

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